Obtiene el derechista 31.11 por ciento de votos; para la socialista, 25% de los sufragios
Triunfa Sarkozy en Francia, pero va a segunda ronda con Segolene Royal
La aspirante presidencial llama a sus compatriotas a reformar el país "sin brutalizarlo"
Participación electoral histórica de 85%
Le Pen niega respaldo al ex ministro del Interior
Ampliar la imagen Arriba, el derechista Nicolas Sarkozy al conocer los resultados de la elección presidencial en Francia. Abajo, la aspirante socialista Segolene Royal. Ambos se enfrentarán en mayo en una segunda ronda electoral Foto: Ap y Reuters
Ampliar la imagen Simpatizantes del conservador Nicolas Sarkozy, y de la socialista Segolene Royal (abajo) festejan en París los resultados de la elección presidencial Foto: Ap y Reuters
París, lunes 23 de abril. Sin mayores sorpresas, tal y como lo pronosticaron cientos de encuestas en los últimos cuatro meses, el derechista Nicolas Sarkozy resultó vencedor de los comicios presidenciales celebrados el domingo en Francia, pero el apoyo de los electores no fue suficiente para conseguir la mayoría absoluta en la votación y tendrá que enfrentarse en segunda vuelta a la socialista Segolene Royal, quien anoche mismo convocó a los franceses a "reformar Francia sin brutalizarla".
Al concluir el conteo de sufragios, poco después de la una de la mañana (horario de París), Sarkozy se impuso con 31.11 por ciento de votos, seguido por Royal con 25.84; el centrista Francois Bayrou, con 18.55, y el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, con 10.51. Los restantes ocho candidatos se adjudicaron menos de cinco por ciento, cada uno, en una elección que significó la reconciliación de los franceses con las urnas, al registrar una participación de 85 por ciento, 25 puntos porcentuales más que en 2002.
El ex ministro del Interior, militante de la Unión por la Mayoría Popular (UMP) a la que también pertenece el presidente Jacques Chirac, se convirtió en esta jornada electoral en el segundo candidato de derecha que más votos ha obtenido en primera vuelta, después del conservador Valery Giscard d'Estaing, que en 1974 recibió 32.4 por ciento.
El resultado alcanzado por Royal borró el recuerdo amargo de aquel 21 de abril de 2002, cuando el candidato socialista, Lionel Jospin, fue eliminado en la primera vuelta por el ultraderechista Jean Marie Le Pen y por Chirac.
Si bien en 2002 el avance del partido de Le Pen, Frente Nacional (FN), fue espectacular y preocupante con 17 por ciento de votos en la primera vuelta, en estas elecciones el ultraderechista está en franco retroceso, en parte gracias a la recuperación de votos que Sarkozy arrebató a esa formación política extremista.
La seguridad y la inmigración fueron temas recurrentes de la campaña de Sarkozy y dentro de sus propuestas está la creación de un Ministerio de la Inmigración y de la Identidad Nacional, propuesta que ha causado polémica en Francia. También Royal buscó recuperar el tema de la identidad francesa y exhortó a los ciudadanos a izar banderas en sus casas.
Nacido en París en 1955, de ancestros húngaros y franceses, Sarkozy entró desde muy joven a la política, en 1974, al respaldar la candidatura del gaullista Chaban-Delmas. Poco después Chirac favoreció su carrera partidista y a los 28 años se convirtió en alcalde de Neuilly, un municipio rico en el oeste de la zona metropolitana de París.
En 1995 tomó partido contra Chirac y eso le hizo caer en desgracia durante el primer mandato del presidente. En 2002 regresó al gobierno, primero como ministro de Finanzas y luego como ministro del Interior.
Sus partidarios le atribuyeron una reducción de los índices delictivos y de la inmigración indocumentada, pero su paso por el Interior se vio también marcado por las revueltas de los suburbios populares de 2005 y por el lenguaje crudo con el que se refirió a los jóvenes delincuentes, a los que llamó "escoria".
Para la segunda vuelta necesitará el apoyo de los electores del FN y tendrá que buscar los votos en el campo de Bayrou de la Unión por la Democracia Francesa (UDF).
Pero de entrada, esta misma noche, Le Pen declinó respaldar a Sarkozy, mientras que Bayrou dejó en suspenso la decisión de a quién apoyar el 6 de mayo y festejó haber recibido 7 millones de votos, como una señal de que "la política francesa nunca volverá a ser como antes".
Con el segundo lugar de hoy, Royal se convirtió en la primera mujer francesa que llega a la segunda vuelta de una elección presidencial. Nacida en Senegal en 1953, hija de un militar y formada en un ambiente familiar católico, Royal comenzó su carrera política a la sombra del ex presidente Francois Mitterand, quien la nombró asesora en temas sociales y ecológicos.
Abogada, diputada y presidenta de la región francesa de Deux Sevres, Segolene Royal escapa a toda calificación. Compañera del secretario del partido socialista, Francois Hollande, con quien tiene cuatro hijos, Royal consiguió la candidatura del partido socialista luego de derrotar a dirigentes con más experiencia que ella, gracias al apoyo de los militantes.
Si bien su campaña electoral comenzó con algunos titubeos, la consigna del "voto útil" desde la primera ronda le ayudó a reunir sufragios que tradicionalmente se quedan en el campo de los "pequeños" candidatos de izquierda (anarquistas, comunistas, ecologistas).
En los últimos días se pudo constatar un nuevo apoyo en torno a Segolene Royal e incluso varios medios impresos declararon abiertamente su respaldo a la candidata socialista para contrarrestar el fuerte peso de Sarkozy.
La campaña electoral apasionó a los franceses durante semanas. Discusiones familiares, programas televisivos y las altas ventas registradas en librerías giraron en torno a los asuntos y las personalidades de esta contienda. Se puede decir que los franceses vuelven a vivir la pasión por la política después de varios años de desilusión e indiferencia.
En varias casillas hubo colas de más de una hora, a pesar del calor y las vacaciones de primavera en algunas regiones.
Un aire de civismo y de entusiasmo se respiraba en esta jornada histórica, marcada por el altísimo porcentaje de participación de sus electores, lo que sólo había sido igualado en las elecciones de 1965, cuando Charles de Gaulle fue elegido por sufragio universal.
Según los primeros sondeos realizados la noche del domingo por la firma demoscópica Ipsos-Dell, Sarkozy ganaría en la segunda vuelta con 54 por ciento de los votos contra 46 por ciento para Royal. La encuestadora CSA también anticipó una victoria del ex ministro del Interior con 53.5 por ciento.
En contraste con el suspenso y la incertidumbre que dejaron Le Pen y Bayrou con sus declaraciones sobre el siguiente paso en la contienda, los pequeños candidatos de izquierda anunciaron ya su alianza con Segolene, lo que en conjunto aportaría 11 por ciento de votos.
Bayrou y los sufragios de la UDF podrían ser en los próximos días la manzana de la discordia entre los dos finalistas del 6 de mayo. Y ya desde el FN se escucharon ataques contra el centrista por sus posibles arreglos con la izquierda o la derecha.
"Dentro de unos días, Bayrou se venderá al mejor postor, pero los electores de Le Pen no se rendirán ante nadie", aseguró Marine Le Pen, vicepresidenta del FN.
En el campo de la UMP, media hora después del anuncio de los resultados electorales, Sarkozy, sonriente, declaró ante sus seguidores: "Quiero unir a todos los franceses en torno a un nuevo sueño de Francia".
Los franceses, consideró, desean elegir "entre dos proyectos diferentes de sociedad". Por esa razón, Sarkozy pidió a su adversaria "un verdadero debate de ideas" en la próxima campaña.
Royal por su parte pidió a todos los franceses que "desean reformar Francia sin brutalizarla" que voten por ella dentro de dos semanas para lograr que este país sea "fraternal y conquistador, una República del respeto".
"Me dan la responsabilidad de librar el combate para que Francia se levante y recupere su optimismo", declaró la candidata, estimando que esta nación "elegirá un nuevo destino y un nuevo rostro".
Hasta entonces, suspenso.