Caído en combate, el líder del ELN fue sepultado hace 41 años en un panteón castrense
Revela ex militar colombiano sitio donde enterró restos del cura Camilo Torres
"Se le dio trato especial porque su padre me salvó la vida", afirma el general Valencia
Santafe de Bogota, 22 de abril. El ex comandante de la brigada militar número cinco, el general retirado Alvaro Valencia, de la unidad que dio muerte en combate hace 41 años al sacerdote rebelde del Ejército de Liberación Nacional (ELN) Camilo Torres, reveló que enterró los restos del legendario guerrillero en un panteón de una escuela militar del noreste colombiano.
Valencia admitió que decidió sepultar al clérigo insurgente, pionero de la teología de la liberación, en la guarnición militar, porque era hijo del médico Calixto Torres Umaña, quien durante su niñez le salvó la vida tras curarle una fiebre tifoidea.
"Eso me creó la amargura de pensar que el hijo de quien me salvó la vida iba a morir combatiendo contra mis tropas", declaró Valencia al diario bogotano El Tiempo.
El ex militar indicó que desde ese episodio inició una amistad con el cura Camilo, una de las figuras más representativas del ELN, quien falleció en un combate a los cuatro meses de haber ingresado al grupo guerrillero.
"Nunca denigré a Camilo ni acepté decirle bandolero. Siempre me referí a los guerrilleros con respeto. He tenido esa filosofía", explicó.
Valencia indicó que otra de las razones por las que decidió dar trato especial al cuerpo de Camilo Torres fue porque leyó en un diario colombiano una carta que el hermano del líder insurgente había escrito desde Minnesota que lo conmovió.
"Escribí a Fernando Torres, hermano del sacerdote, diciéndole que su carta me había conmovido, que yo estaba profundamente afectado por la muerte de Camilo, porque había sido mi amigo. Le presentaba mis condolencias y le decía que si podía hacer algo por su familia, que contara conmigo", anotó.
El ex general afirmó que, tres años después de la muerte del sacerdote, llamó a uno de los oficiales que había hecho el plano de ubicación de la fosa común, en la que inicialmente había enterrado al cura, y exhumó los restos y los llevó a un mausoleo de la ciudad de Bucaramanga, en el que se enterraba a uniformados.
"Sus restos fueron los primeros que se depositaron en el mausoleo, en la primera fosa para osarios (...) Después de la vida no puede seguir el odio que inspiró toda esta contienda. Que por lo menos, en el lugar del último reposo, pueda estar un soldado al lado de un guerrillero, eso para mí es simbólico", agregó.
Según Valencia, en 2001 Fernando Torres exhumó los restos de su familiar gracias a una autorización que gestionó el ex oficial colombiano cuando era jefe militar.
"Llegaron al mausoleo de la brigada y sacaron los restos. Claro, estaban en la misma urna en que yo los había depositado", aseveró.
Camilo Torres nació en Bogotá, el 3 de febrero de 1929, en el seno de una familia adinerada. Sus primeros estudios los realizó en Europa. En 1954 se ordenó como sacerdote del Seminario Mayor de la capital colombiana.
En julio de 1965 viajó clandestinamente al departamento de Santander (noreste) e hizo contacto con Fabio Vázquez Castaño, entonces máximo dirigente del ELN, y se integró a la organización guerrillera.
La figura del cura Camilo es una de las imágenes más representativas de la lucha guerrillera en Colombia, y algunos sectores lo ven como el Che Guevara de los católicos.