Sostienen que esa prueba ignora condiciones materiales y sociales que se viven en escuelas
Enlace, ardid para desacreditar la educación pública: maestros
Denuncia que forma parte de la campaña para llevar más estudiantes a centros privados
Ampliar la imagen La prueba Enlace está mal planteada y contiene preguntas malplanteada, criticaron mentores de escuelas públicas. En la imagen, una escuela en Iztapalapa Foto: Jesús Villaseca
La Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares (Enlace), que durante esta semana se aplicará a 11.5 millones de alumnos del nivel básico, tiende a descalificar el sistema público y a inducir a los alumnos al de paga, con lo que se promueve el despoblamiento de los planteles de gobierno y la formación de escuelas públicas "gueto".
Profesores de primaria, secundaria, supervisores y directores entrevistados por La Jornada afirman lo anterior y coinciden en afirmar que este tipo de pruebas sólo son "simples pantallas" del gobierno de Felipe Calderón, cuyo verdadero trasfondo es impulsar la privatización de la educación.
Inclusive consideran que dicha prueba sienta las bases para poner en marcha el llamado "bono académico", mediante el cual el Estado proporciona recursos a las familias para que decidan a qué escuela enviarán a sus hijos. Y como la prueba les "dice" que las particulares son las "sobresalientes", pues serán ese tipo de planteles los seleccionados, pero quienes no puedan pagarlos tendrán que ir a las escuelas públicas, cada vez más abandonadas por el gobierno y convertidas en "guetos".
De esta manera, advierten que Enlace sólo coloca en desventaja a la escuela pública frente a la privada, porque sin tomar en cuenta las condiciones de sus alumnos y de sus planteles, los obliga a una competencia "absolutamente desigual", en la que el ganador es el sistema particular: ¿cómo evaluar a una escuela de la Montaña de Guerrero con otra de las Lomas de Chapultepec?", cuestiona el profesor José González Figueroa de tercer grado, en la secundaria 301 del turno vespertino.
Esto, alertan, propiciará desde la estratificación de escuelas hasta el cierre de aquellos planteles del Estado que en los términos de Enlace "no son rentables".
Para los docentes, dicha evaluación es un "engaño", porque no evalúa el desempeño académico y, en cambio, sólo pretende "aparentar un avance" en la educación que dista mucho de la realidad.
De acuerdo con los resultados de la primera aplicación, las escuelas particulares obtuvieron "resultados apabullantes sobre las públicas", recuerda el director de la secundaria 207 del turno vespertino, Mario Alberto Leyva Galicia. Así, el mensaje que llega a la ciudadanía es llanamente que "la escuela particular es la mejor y, ¿acaso los padres no quieren mandar a sus hijos a las escuelas que según las pruebas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) son mejores, aunque esto último haya que ponerlo entre comillas?", cuestiona.
El jueves pasado, en esta secundaria se realizó una asamblea de profesores y de trabajadores, quienes acordaron que en dicho plantel no se aplicará Enlace. Los docentes platicaron también con los padres y éstos ofrecieron su respaldo.
La vendimia de simulacros Enlace
Por otro lado, en el contexto de esta competencia, también se ha generado un mercado alrededor de la misma. De hecho, ya surgieron empresas que venden simulacros de la prueba.
El profesor de cuarto año, en la primaria Doctor Nabor Carrillo Flores, Javier Barrón, compró, al igual que otros de los maestros cuyos alumnos deberán presentar este examen, un cuadernillo titulado Proyectos de enlaces educativos, realizado por Trabajos Manuales Escolares SA de CV. Se trata de un cuadernillo con preguntas que llegaron a vender a éste y otros planteles, cuenta.
Pero el problema de fondo es que el examen no es una evaluación real del logro académico de un alumno y de una escuela, como afirma la SEP, señala por su parte el maestro Salvador García, coordinador de la Red Escolar, en la secundaria 140, en Azcapotzalco.
Y explica por qué: Enlace no evalúa la planta docente, los recursos económicos y materiales con los que trabaja la escuela, se olvida de la infraestructura, del nivel de capacitación de los maestros, de las condiciones socioeconómicas de los alumnos, del ámbito familiar y cultural.
No obstante, con la misma tabla rasa mide a todas las escuelas, pese a que en el propio sistema público los planteles son diversos: "Inclusive, una escuela no es la misma en el turno matutino que en el vespertino, pero el Estado borra estas diferencias de un plumazo y pretende dar una sola imagen de la educación", añade por su parte el profesor de la secundaria 229 en Coyoacán, Víctor Manuel Equihua.
La secundaria 101, en la que da clase en el turno matutino el profesor César Mendoza, recibe en la mañana a hijos de profesionistas, y, en tarde, los estudiantes tienen otro tipo de condiciones culturales y socioeconómicas. Muchos de ellos son niños empacadores, hay entre ellos quienes se han desmayado de hambre en el salón, otros tienen problemas con el alcohol, de desintegración familiar y también se han dado casos de embarazos adolescentes, cuenta el maestro César, al considerar que Enlace también es un primer paso para instaurar el llamado "bono educativo".
Y los estudiantes y sus padres podrían optar por la escuela privada porque Enlace no les dice que determinada escuela de gobierno tuvo malos resultados porque no tiene presupuesto, carece de pizarrones, de material didáctico y opera con una infraestructura indigna, añade.
La otra "simulación"
Los mentores enfatizan que Enlace sólo mide "competencias de español y matemáticas" mediante un cúmulo de preguntas que en muchas ocasiones son confusas, están mal planteadas y utilizan un lenguaje que se aleja del que usa el alumno. Por ejemplo, el profesor Cuauhtémoc Solano, quien imparte clases a los niños de tercero de primaria en la escuela Jesús T. Acevedo, de la delegación Iztacalco, muestra el examen del año pasado, en el que se incluye un texto que se refiere al SAC-C y al Delta II. A estos pequeños niños no se les ha enseñado qué es un satélite SAC-C o un cohete de ese tipo, aclara.
Por otro lado, los mentores coinciden en afirmar que es un proyecto divorciado del ritmo académico de las escuelas. "Se siente como una imposición y como algo ajeno", dice el supervisor de secundarias, Carlos Aguilar.
En secundarias, este distanciamiento con los procesos propios de la escuela lo observan en tanto que en esta misma semana Enlace se "empalma" con la evaluación del cuarto periodo de los alumnos. Y, por si fuera poco, en algunas zonas, los estudiantes también aplicarán una prueba para conocer el aprovechamiento que tienen con sus maestros como parte del examen de carrera magisterial, añade Aguilar.
Otro de los problemas que más enfatizan los maestros es que existe una "simulación" porque muchos planteles sólo preparan a los alumnos para presentar la prueba, "despreciando" el resto de las disciplinas, como dice el profesor Cuauhtémoc Solano.
Aunado a lo anterior, existe el temor de que Enlace se convierta en una preselección de los alumnos que buscan entrar al bachillerato. Mientras en las primarias por lo menos se les ha dicho verbalmente que no será un filtro para el acceso a secundaria, en este último nivel no tenemos nada garantizado, revela el director Mario Alberto Leyva Galicia.
Al respecto, el supervisor Carlos Aguilar afirma que "durante el año nos dijeron que, en el caso de primaria, Enlace era el filtro de ingreso para la secundaria, pero apenas el viernes nos dijeron que ya no, aunque no lo establecieron por escrito. Hay una imprecisión y una falta de seriedad muy grave", asegura.
Por último, el profesor José González Figueroa recomienda a este gobierno que en lugar de gastar recursos en Enlace, baje el precio de la tortilla para que "todos nuestros niños coman bien y no se desmayen en el salón"; dé presupuesto a las escuelas porque trabajan "con cero recursos"; pague mejor a los docentes; promueva que el maestro labore en tiempos completos para evitar el multichambismo que nada bueno trae a sus condiciones de trabajo y a la enseñanza de sus alumnos y deje la simulación, porque lo importante "no es contar cuánto sabemos sino apropiarse del conocimiento".
Esos sí serían cambios verdaderos, finaliza.