Moscú y la OTAN reviven el lenguaje desafiante de la guerra fría
Enfrenta a Rusia con Estonia la destrucción de monumento al soldado soviético en Tallin
Ampliar la imagen Imagen de la televisora RTR de Moscú que muestra a un agente de la policía cuando detiene en Tallin, capital de la república báltica de Estonia, a una joven de ascendencia rusa Foto: Ap
Tallin, 28 de abril. Rusia se encontró hoy ante un nuevo conflicto con uno de sus países vecinos, Estonia, cuyo gobierno ordenó el retiro de un monumento dedicado a los soldados soviéticos que murieron en la Segunda Guerra Mundial al combatir contra la ocupación alemana en 1944, que estuvo hasta este sábado en el centro de esta capital.
La controversia entre los dos países -la primera desde que Estonia proclamó su independencia de Rusia en 1991- sucede en momentos en que Moscú y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) reviven el lenguaje desafiante de la guerra fría por la construcción de un escudo antimisiles en Polonia y República Checa y al mismo tiempo que el gobierno ruso anuncia la restructuración de su industria nuclear.
Según un comunicado oficial, el presidente Vladimir Putin firmó el viernes un decreto para la creación de la empresa estatal Atomenergoprom, que se encargará en un plazo de 12 años de construir 26 plantas de generación nucleoeléctrica, apenas cuatro menos que las levantadas en el régimen soviético, desmantelado en 1991.
Tras 16 años de independencia, Estonia registró una serie de protestas violentas de rusos que conforman una minoría étnica en este país de un millón 300 mil habitantes. Las movilizaciones comenzaron el jueves y continuaron viernes y sábado.
La policía de Tallin informó que en los enfrentamientos con la policía un ruso murió por lesiones con arma blanca, 96 personas resultaron heridas y 600 individuos -la mayoría jóvenes- fueron arrestados.
Los manifestantes, algunos de los cuales portaban banderas rusas, lanzaron botellas y piedras a las fuerzas policiales, que a su vez lograron dispersar a los amotinados con gases lacrimógenos y chorros de agua.
Otra protesta fue realizada el viernes en la ciudad de Johvi, en el este del territorio.
Este sábado, trabajadores municipales cortaron en varias piezas el soldado de bronce que se encontraba en el centro de la capital estonia desde 1947 y bajo el cual fueron enterrados los cuerpos de 13 miembros del ejército rojo que combatió a los alemanes en este país, hasta su derrota en 1944.
De acuerdo con un despacho de la agencia rusa Novosti, unos 50 mil soldados que murieron en Estonia en la Segunda Guerra Mundial fueron inhumados en 450 cementerios repartidos en territorio estonio.
Las autoridades estonias no han dicho cuál será el destino de las piezas de bronce, pero dieron a conocer que los 13 cadáveres de soldados soviéticos serán trasladados a un cementerio militar.
El gobierno estonio, que se sumó a la OTAN a mediados de los 90 e ingresó a la Unión Europea en 2004, anunció su decisión de desarmar el monumento con el argumento de que su presencia ahí provocaba división entre los ciudadanos.
Las tensiones en la capital estonia llevaron a la policía local a montar un muro desarmable de concreto -recubierto con alambres de púas- alrededor del Parlamento y del palacio presidencial.
Jóvenes rusos protestaron hoy frente a la embajada estonia en Moscú y durante su protesta colocaron un tanque inflable tamaño natural frente al acceso del inmueble.
El viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Alexander Yakovenko, dijo que el desmantelamiento del monumento es un "insulto" a la memoria de quienes lucharon por la liberación de la ocupación alemana.
Sin embargo, el líder del Partido Liberal Democrático de Rusia, Vladimir Zhirinovsky, dijo que la decisión del gobierno estonio se sustenta en su derecho soberano, por lo que Rusia debería atender sus propios problemas, en alusión a las recientes manifestaciones de opositores al presidente Putin en Moscú y otras localidades del país.
Este sábado, la policía de la ciudad de Nishni Novgorod dispersó una protesta.