La tutela del Estado
Los grados de indefensión en que viven, orillan al Estado a asumir su tutela. La violencia de la que son víctimas proviene de sus familiares y, en algunas ocasiones, el separarlos de sus progenitores es la única forma de garantizar su sobrevivencia.
Un año antes de que la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno capitalino informara que durante 2006 se denunciaron más de mil 900 casos de maltrato infantil, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal "adoptó" por poco tiempo a una niña de dos meses.
Laceraciones, inutilización de tejidos nerviosos y ruptura de piel, con grasa expuesta, fue el resultado del "castigo" que sus familiares le impusieron: la mano de la lactante era sumergida en un sartén con aceite hirviendo.
La directora del Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar de la procuraduría capitalina, Nelly Montealegre Díaz, asegura que es la madre quien recurre con mayor frecuencia a este tipo de violencia, "en virtud de que ella, a su vez, es víctima por parte de su pareja", es decir, el "maltrato es un abuso de poder que se da en escalada".
Montealegre Díaz explica que la violencia física a menores de edad es un círculo vicioso, ya que los niños se ven inmersos en "modelos basados en el abuso" y terminan por agredir a otros.