Concluye la Auditoría Superior: el gobierno "fraccionó indebidamente el proyecto"
Descubren cúmulo de anomalías en obras del aeropuerto capitalino
Sin estudios, planes ni especificaciones, la administración foxista echó a andar los trabajos
No hay ni documentos sobre el monto total de contratos para la construcción de la terminal dos
Ampliar la imagen Retraso en la conclusión de los trabajos Foto: Cristina Rodríguez
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) determinó que en la construcción de la terminal dos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el gobierno federal "fraccionó indebidamente el proyecto". Por una parte contrató la cimentación del conjunto, después la edificación de la estructura metálica de los edificios y, finalmente, los acabados, lo cual retrasó la conclusión de la obra.
Además, resaltó que el gobierno de Vicente Fox apresuró el comienzo de los trabajos, pues los empezó sin contar con estudios, proyectos ni especificaciones de construcción. De igual forma, sin análisis de preinversión, impacto ambiental y calendarización de cada una de las tres etapas. Inclusive, no existen documentos que comprueben el monto total de los contratos, deficiencia que se atribuye a Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA).
Aun cuando la auditoría sólo contempla aspectos técnicos y de infraestructura -falta todavía el aspecto del gasto, que es investigado por una subcomisión de la Cámara de Diputados-, concluyó que en la etapa de cimentación "no se estableció el procedimiento para el ajuste de los costos determinado en las bases".
Entre las irregularidades encontradas por la ASF destaca que no se contó con un estudio de factibilidad técnica económica ni de impacto ambiental y social del proyecto, y alertó sobre las condiciones de seguridad en la cimentación de los cinco edificios del conjunto, pues al solicitar la documentación sobre el diseño estructural ésta no se encontró completa.
A pesar de que el órgano fiscalizador realizó 17 observaciones a la obra, sólo presentó un pliego de indicaciones, por un daño patrimonial de poco más de 11 millones de pesos, debido al retraso en la cimentación por parte del contratista de la primera etapa: Ingenieros Civiles Asociados (ICA).
En la auditoría, que se incluye en el Informe de la revisión y fiscalización de la cuenta pública 2005, la ASF refiere que la terminal dos consta de cinco edificios: Dedo Norte y Dedo Sur, donde se ubicarán las oficinas de control de vuelos de Aeroméxico y Sky Team; edificio Terminal, que contará con un área comercial y salas de espera de salidas y llegadas; Patio Hotel, que se concesionará a particulares y tendrá 350 habitaciones, y el estacionamiento.
Entre las observaciones a ASA y el órgano interno de control de esa dependencia, el ente fiscalizador de la Cámara de Diputados resaltó que el sujeto revisado no comprobó que antes de empezar las obras éstas se incluyeran en el programa anual difundido por la Secretaría de Economía y se elaboraran sus presupuestos considerando los efectos sobre el medio ambiente.
Tampoco que se hayan definido los objetivos y metas a corto, mediano y largo plazos. Además, las características ambientales, climáticas y geográficas de la región; los resultados previsibles; la coordinación necesaria para resolver posibles interferencias, y evitar duplicación o interrupción de servicios públicos, entre otras.
En su observación 11, la ASF resalta: "la entidad (ASA) no conservó de manera ordenada y sistemática la documentación comprobatoria de los actos y contratos, toda vez que cuando se le solicitó, en forma reiterada la entregó incompleta, equivocada y sin firmas. Además, proporcionó documentos que se elaboraron después de que se le pidieron".
De igual forma, en la siguiente observación refiere que no se encontró evidencia de que ASA aplicara a ICA retenciones por el atraso en la ejecución de los trabajos, por 11 millones 772 mil 600 pesos, "no obstante que desde el inicio se presentaron y que al 31 de diciembre de 2005 llegaron a 60.4 por ciento".
El contrato para trabajos preliminares, excavación y cimentación profunda, con base en pilotes de fricción de 30 metros y pilas de 60 metros de profundidad, contratrabes, rellenos y firmes de los cinco edificios, tenía un plazo de ejecución de 225 días naturales, del 18 de agosto de 2005 al 30 de marzo de 2006, y finalmente un día antes del vencimiento se firmó un convenio por 105 días más, lo que retrasó el proyecto hasta el 13 de julio del mismo año.
La observación siguiente se refiere a la manera en que el gobierno foxista fraccionó el proyecto, lo cual derivó en que la terminal dos se construyera "en partes o especialidades, en contra de la definición de obra pública consignada en el artículo tres de la Ley de Obras Públicas".
Eso, definió la auditoría, "originó retrasos en la realización de los trabajos, debido a que algunas especialidades no se terminaron a tiempo y a que la planeación se efectuara para el proyecto general del conjunto sin contar con estudios, proyectos, especificaciones de construcción, normas de calidad y el programa de ejecución totalmente terminados antes de iniciar las labores".
A pesar del efecto que ello tuvo para el proyecto, la ASF sólo recomendó a ASA, "en su caso, que finque las responsabilidades administrativas" a los funcionarios que durante su gestión fraccionaron el proyecto.
Las observaciones 15, 16 y 17 se refieren directamente a la obra de cimentación. En el primer caso, a partir de un estudio de mecánica de suelos elaborado por la empresa TGC Geotecnia, la auditoría refiere que los pilotes se empotrarían tres metros dentro de la primera capa resistente a los 30 metros de profundidad, pero especifica que como los pilotes son de fricción no deberían apoyarse en la capa resistente. Además, no se encontró la memoria de cálculo de los dedos Norte y Sur, "por lo que no se pueden revisar las contratrabes y los demás elementos que integran la cimentación".
La segunda refiere que en la memoria estructural del Patio Hotel "se muestran condiciones de carga que corresponden únicamente a los valores de carga gravitacional y de sismos, pero no demuestran ningún diseño estructural, por lo que no existe análisis o diseño de contratrabes y losa de cimentación; por tanto, no se pudo determinar cómo fueron obtenidos los armados de los elementos que componen la cimentación".
En el último caso, advierte que en la memoria de cálculo del edificio del estacionamiento, de julio de 2005, encontró una tabla de pilas que, comparada con el plano estructural ES-01 de estacionamiento del 26 de septiembre -dos meses después-, no coincide con las finalmente erigidas.