El tiempo apremia; se requieren esfuerzos mundiales
Aún no es muy tarde, dice la ONU sobre cambio del clima
Bangkok, 2 de mayo. Tras el mensaje sobre la responsabilidad del hombre y el escenario de horror que presentan el cambio climático y sus catastróficas consecuencias, la tercera parte del informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre el tema arroja finalmente luz al final del túnel. "Aún no es demasiado tarde", es la idea central del boceto de la declaración. "Es posible, técnica y económicamente, reducir la concentración de gas invernadero en la atmósfera".
Los científicos están convencidos de que existen tecnologías capaces de frenar el cambio climático, el cual conlleva derretimiento de los polos, aumento del nivel del mar, tormentas, sequías y epidemias.
Sin embargo, el mensaje feliz llega con un dedo que indica amenazante: "el tiempo apremia". Sin esfuerzos internacionales amplios, inmediatos y sin precedente, la oportunidad de frenar las terribles consecuencias del cambio climático habrá pasado en pocos años. El punto de referencia para establecer una disposición al respecto ya está sembrado, aunque débilmente. Según el borrador del reporte que los expertos presentarán este viernes, los caminos para evitar las catástrofes climáticas son muy controvertidos.
Límites a las emisiones: Estados Unidos, el mayor emisor de dióxido de carbono (CO2) en el mundo, y Australia, uno de los mayores contaminantes per cápita, se niegan a firmar el Protocolo de Kyoto que regula la limitación de las emisiones de gas invernadero a la atmósfera. Ambos argumentan que su cumplimiento podría frenar su crecimiento económico. En la reunión de Bangkok de los últimos días, China también se subió en este tren.
Los investigadores de la ONU aseguran que la energía atómica apenas causa efecto invernadero, al contrario de los combustibles fósiles. Pero Alemania y otros países europeos se muestran escépticos y quieren fijar un "apagón" nuclear.
Sobre las plantas modificadas genéticamente, los expertos de la ONU consideran prometedora la modificación genética de cultivos para producir materias primas capaces de crecer y generar combustibles biológicos en una superficie más reducida y con rendimientos mayores. Sin embargo, muchos consumidores europeos y defensores de la protección medioambiental son fervientes opositores a los cultivos transgénicos.
India y China construyen centrales eléctricas de carbón con depósitos de CO2, que no prevén almacenamiento alguno. La tecnología es aún controvertida, pues su introducción es muy costosa.
Es demasiado material incendiario para los gobiernos que, según opinan los científicos, sólo tienen entre 10 y 15 años para poner en marcha medidas de cara al futuro. Y no hay que olvidar que el cambio climático ya es una realidad y que hay que pagar la consecuencias de los pecados pasados, como la imparable contaminación del aire.
El presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, Raiendra Pachauri, no se hizo ilusiones en Bangkok: "La inercia del sistema supone que el cambio climático aún avanzará durante décadas, como en el caso del aumento del nivel del mar", dijo. También a ello deberá adaptarse el mundo.
Pero si se logra contener el aumento de las temperaturas en la frontera mágica de dos grados, mediante una rigurosa limitación de las emisiones de gas invernadero, los científicos creen que se podrá evitar lo peor.