Francois Fillon, favorito para ocupar el cargo de primer ministro: analistas

Sarkozy se aleja de los reflectores para componer su nuevo gabinete

Cerca de 600 arrestos y más de 700 automóviles incendiados, saldo de las protestas

IVONNE SANCHEZ ESPECIAL PARA LA JORNADA

París, 7 de mayo. El presidente electo de Francia, Nicolas Sarkozy, cuenta sólo con diez días para preparar la toma de poder y estudiar la composición de su nuevo gobierno, que promete ser de "apertura", con personalidades de izquierda y centro, aunque esto, de cumplirse, será probablemente de manera simbólica.

En estas elecciones Sarkozy logró imponerse con 53.06 por ciento de los votos, que representan alrededor de 19 millones electores. Este resultado supera al que obtuvo Jacques Chirac en 1995, cuando venció con 52.6 por ciento de los sufragios al socialista Lionel Jospin, que se quedó con 47.4 por ciento.

Para la candidata perdedora, Segolene Royal, hubo 17 millones de boletas favorables, es decir, 46.94 por ciento, un resultado que deja a los socialistas en una etapa de reflexión.

En el recuento de los comicios también están los votos en blanco, que oficialmente no son contados como tales, sino asimilados a la abstención. Se estima que esas papeletas suman un millón 600 mil, lo que representa 4.2 por ciento de los votos.

Según encuestas a boca de urna, el electorado del centrista Francois Bayrou, que recaudó 19 por ciento de los votos en la primera vuelta del 22 de abril, repartió sus boletas de la siguiente manera: 40 por ciento para Sarkozy, 38 por ciento para Royal, 15 por ciento en blanco y siete por ciento para el ultraderechista Frente Nacional.

Con el escenario electoral cerrado, Sarkozy decidió darse un respiro para reflexionar sobre su nuevo puesto.

Después de festejar el domingo en la Plaza de la Concordia con un concierto que se prolongó hasta las dos de la mañana, Sarkozy pasó la noche en el lujoso hotel Fouquet's de los Campos Eliseos.

El lunes, vestido de saco y jeans, partió discretamente en avión hacia un destino no revelado. Los medios locales especularon primero sobre un viaje a la isla de Córcega, al sur de Francia, y después se confirmó que el traslado fue hasta la recóndita isla de Malta. Viajó con su esposa Cecilia y el hijo de ambos de diez años, Louis.

Pero lo único claro es que mandatario está totalmente alejado de los reflectores, en vías de armar su gabinete.

Los más mencionados

El favorito para ocupar la oficina del primer ministro se encuentra sin lugar a dudas Francois Fillon, ex ministro de Educación, y de Asuntos Sociales y del Trabajo durante el gobierno de Chirac.

Fillon es conocido por las reformas que llevan su nombre, una sobre el sistema de jubilación y otra sobre las escuelas de nivel medio, que provocaron mucho descontento y fueron motivo de múltiples manifestaciones.

De 53 años, Fillon fue el asesor político de Sarkozy durante toda su campaña y es también la cabeza pensante de su programa liberal.

Pero nada es seguro y en círculos políticos se mencionan otros nombres, como el del ministro del Trabajo, Jean Louis Borloo.

En todo caso, será un gobierno reducido de 15 ministros, y la mitad, prometió Sarkozy, serán mujeres.

Los criterios de selección serán muy simples, según declaró Claude Guéant, director de la campaña de Sarkozy: los futuros ministros deberán ser "talentosos, capaces de administrar", y representar una "renovación de la vida política", lo que da a pensar que nuevos rostros apareceran en este nuevo gabinete y algunos dinosaurios desaparecerán del panorama político.

La siguiente etapa es preparar bien las elecciones legislativas que tendrán lugar los días 10 y 17 de junio, para tratar de asegurar la mayoría parlamentaria. El buen resultado obtenido por Sarkozy y la proximidad de estas nuevas elecciones hacen probable que la Unión por un Movimiento Popular (UMP) salga de nuevo victoriosa, aunque existe el antecedente de que Chirac no consiguió ese objetivo en 1997, dos años después de su investidura. Fueron los socialistas los que ganaron las legislativas, obligándolo a cohabitar con el gobierno del socialista Lionel Jospin.

Por lo pronto, un nuevo sondeo de CSA-Cisco pronostica para las legislativas la victoria a la derecha con 37 por ciento de los votos, 33 por ciento para la izquierda, 15 por ciento para el centro y ocho por ciento para la ultraderecha.

Este retiro temporal de Sarkozy servirá también para reflexionar sobre su nuevo proyecto, en el cual busca "rehabilitar el trabajo, la autoridad, la moralidad y el mérito", o como lo planteó en la fiesta de la Concordia: "cada quien tendrá una oportunidad, pero una oportunidad que deberá ser ganada gracias al trabajo y al compromiso personal".

Sarkozy, quien se define como un hombre de acción, no quiere perder tiempo y por ello se ha ganado el mote de Speedy Sarko.

Una vez investido como presidente de la Republica, su primer viaje oficial será a Bruselas y a Berlín para relanzar el proyecto de Europa, que actualmente se encuentra paralizado. Sarkozy prevé encontrarse con la canciller alemana, Angela Merkel, presidenta actual del Consejo Europeo, para promover su idea de un "minitratado" de la Constitución europea, una propuesta que otros dirigentes europeos han rechazado, entre ellos, el italiano Romano Prodi.

A nivel nacional, se espera un programa de reformas. Primero, la creación de un contrato único de trabajo, jurídicamente más flexible. Segundo, el servicio mínimo de transportes públicos. Tercero, una ley para castigar a los delincuentes reincidentes. Desde ahora, se puede anticipar una discusión polémica y expresiones de oposición.

Los disturbios ocurridos en París y varias ciudades del país, luego de anunciarse el triunfo de Sarkozy son un recordatorio de ello. El saldo de los actos violentos de la madrugada de este lunes fue de 730 automóviles incendiados y 592 arrestados.

En todo caso, el 16 de mayo Sarkozy, "el pequeño francés de sangre mezclada" (le petit francais au sang melé) como se autodefinió en el congreso de la UMP de enero, en alusión a su pequeña estatura y a sus orígenes húngaros y griegos, se convertirá en el sexto mandatario de la V República.