Son inocentes, manifiestan sus familiares y amigos
Presenta la PGR a siete detenidos en Apatzingán
Hay varios vecinos de la casa donde se suscitó la balacera
Apatzingán, Mich., 8 de mayo. La subdelegación de la Procuraduría General de la República (PGR) presentó ante los medios de comunicación a siete de las ocho personas detenidas el pasado lunes, cuando se enfrentaron presuntos narcotraficantes y militares en este municipio. Algunos son vecinos de la casa donde se atrincheraron los supuestos delincuentes.
En tanto, más de 100 elementos del Ejército Mexicano realizaron cateos en al menos diez viviendas y comercios de la colonia Hidalgo, donde ocurrió el tiroteo. En ningún caso se detuvo a personas ni se decomisó armamento, vehículos u otros objetos.
Los detenidos fueron identificados como Bernardo Arroyo López, Raúl Zepeda Cárdenas, Alejandro Juvenal Guzmán Suástegui, Gustavo Orozco Villegas, Isaías Suástegui Ponce, Miguel Valerio Guzmán y Teresa Valencia González. Aunque no fue presentado, la PGR indicó que otro de los implicados es Martín Coria Rivas.
Familiares y amigos de los detenidos aseguraron que se cometió una grave injusticia, porque nada tienen que ver con la delincuencia organizada, por lo que interpusieron quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
Personal de la dependencia federal no permitió que los presentados fueran entrevistados; sólo Guzmán Suástegui mostró a los medios de comunicación el tórax, donde recibió severos golpes por parte de los soldados, tanto en la 43 Zona Militar, como en el trayecto a las instalaciones de la PGR. Bernardo Arroyo López, jubilado de 65 años y enfermo de diabetes, apenas se podía sostener en el momento en que lo sacaron de los separos para que le tomaran la fotografía con los números de la averiguación previa. Sus compañeras de un club de la tercera edad manifestaron preocupación por su salud.
Momentos antes de que saliera de los separos policiacos, el esposo y los hermanos de Teresa Valencia expresaron su indignación por la detención de la mujer. Dijeron que es madre de 12 hijos y ''tiene que cuidar chivas para sacar adelante a su familia. Nos dijeron que estaban en calidad de protegidos y ahora resulta que ni siquiera podemos hablar con ella hasta después de 48 horas, una vez que atestigüe'', comentaron.
Sin zapatos, fue presentado Raúl Zepeda, de 55 años de edad, quien desde hace seis años atiende la estación de radiotaxis ubicada en la esquina de Insurgentes y Fray Melchor de Talamantes, a dos casas de donde ocurrió el enfrentamiento. Al parecer fue detenido porque le encontraron un arma.
El taxista José Antonio Salcedo Toledo comentó que Raúl padece asma y está enfermo de la columna vertebral. ''El nunca ha llevado consigo ninguna pistola, ni siquiera una lima para las uñas, es una persona de bien. Los militares deben responder qué hicieron con el equipo de radiocomunicación que se llevaron y que tiene un valor superior a los 10 mil pesos'', señaló.
Gustavo Orozco Villegas, de 21 años, renta un cuarto junto con su esposa e hijo de meses muy cerca de donde vivían los presuntos narcotraficantes. De Isaías Suástegui Ponce y Miguel Valerio Guzmán nada se supo sobre la causa de su detención, además de que no se explicó por qué no se presentó a la prensa a Martín Coria Rivas.
En un comunicado, la PGR informó que los militares les informaron que las ocho personas fueron detenidas ya que, tras la explosión de una granada, salieron corriendo de la casa donde estaban atrincherados los supuestos narcotraficantes.
Según los soldados, otros salieron ''de diversos lugares, por lo que tratamos de darles alcance pidiéndoles que se detuvieran; en la persecución se logró detener a siete personas del sexo masculino y una de sexo femenino por su probable participación en los hechos''.
El visitador regional de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Erick González Cárdenas, comentó que entre lunes y martes se presentaron cinco quejas en contra de los militares que participaron en el enfrentamiento.
Las querellas fueron presentadas por los familiares de Raúl Zepeda, Bernardo Arroyo y Gustavo Orozco, por su detención. Además, Salvador Patricio Toledo y Lenin de Jesús Quiroz presentaron una denuncia por el cateo ilegal a sus respectivas viviendas, y en el segundo caso por el robo de joyas.
Entre los negocios que catearon por la mañana más de cien elementos del Ejército están un autolavado que se ubica a menos de 500 metros de la casa del enfrentamiento, y un establecimiento de venta de cerveza localizado en la avenida 16 de Septiembre.
Los militares, que viajaban a bordo de tres vehículos Hummer, una tanqueta artillada, tres camiones y una patrulla de seguridad pública, no realizaron ninguna detención ni decomiso, por lo que al mediodía se retiraron del lugar.
Fuentes de la PGR dieron a conocer que esa dependencia ha recibido de parte del Ejército un total de 36 personas presuntamente involucradas en los enfrentamientos entre militares y presuntos narcotraficantes en Carácuaro y Apatzingán, de los cuales seis ya fueron puestos en libertad. La dependencia se ha negado a proporcionar información sobre la situación jurídica de los detenidos en Carácuaro.
(Con información de Gustavo Castillo)