Abandonó su carrera de maestro para vestir la playera del Atlante

El profe Cruz aplica con Potros su conocimiento en las aulas

Alinear por igual a juveniles y experimentados obliga a dar tu máximo, dice

PAULA MONACO FELIPE

En estadios y entrenamientos es frecuente escuchar la palabra profe para llamar a los técnicos, auxiliares y autoridades de los equipos, pero el calificativo no es más que indicador de respeto, porque la mayoría de ellos no ha cursado tales estudios.

Entre las pocas excepciones está José Guadalupe Cruz, timonel del Atlante, cuyo hablar pausado y ordenado denota el paso por las aulas.

Esa experiencia, asegura, le aportó conocimientos de sicología, didáctica y psicopedagogía; herramientas útiles para lograr mejor comunicación y trato con grupos.

"Manejar un conjunto de niños te compromete a entender que todas las personalidades son distintas, que algunos llegan a la escuela sin nada en el estómago y no se les puede exigir un rendimiento óptimo.

"Lo mismo sucede con los futbolistas. Hay que diferenciar que algunos tienen un carácter más hostil y es difícil llegarles, pero tienes que buscar el camino para entrar en su personalidad y hacerles entender que estamos trabajando para un fin común", explica, y remarca que la comparación es desproporcionada "porque hablamos de etapas distintas en la vida".

Cruz eligió la carrera de profesor porque era de fácil acceso y le permitía "echarle la mano" a su madre con los gastos de la casa, mientras empezaba su camino en el futbol.

Con una sonrisa relata sus días de jugador y maestro: "estaba por la mañana entrenando en el Azul y Grana y de ahí me tenía que ir corriendo a dar clases, Mi comida era a las cuatro y media de la tarde, hora del recreo".

Al tiempo que recuerda su participación en marchas, paros y plantones, el profe Cruz defiende la lucha de los docentes porque es "una causa social razonable", pero reclama que existe "un monopolio de gente que está en el sindicato (Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y maneja la enseñanza a su antojo y conveniencia".

"Creo que la educación está por encima de los intereses particulares de dos o tres personas. Deberíamos ponderar una población de varios millones de niños y a veces eso se olvida cuando está en juego el poder", argumenta.

La plática conduce invariablemente a la lideresa del gremio, Elba Esther Gordillo, sobre quien tiene opinión formada:

"No tengo buena impresión de ella. Es una mujer astuta que ha sabido moverse muy bien en el plano político usando a la educación para hacerse de una figura pública, y parece que ha dejado al margen los principios en los que debiera regirse alguien que es dirigente."

Con todo, el michoacano no reniega de su labor como docente y asegura que "hubiera deseado seguir, sólo que justo en ese momento se me da lo del futbol".

Abandonó las aulas y se dedicó de lleno al balompié. Vistió la playera del Atlante, donde se coronó campeón junto a Guillermo Cantú, Mario García y César el Chispa Suárez, entre otros.

Desde 2001 es técnico y durante el torneo Clausura 2007 retomó el timón azulgrana, luego de un frustrado intento en la temporada 2004-2005.

El modelo del profe Cruz

Pese al comienzo prometedor durante esta campaña, el equipo que dirige Cruz no logró clasificarse a la liguilla, pero dejó una marca porque impulsó con relativo éxito una fórmula poco usual en el futbol mexicano:

Alinear por igual a juveniles y jugadores experimentados, tomando como referencia el rendimiento que tengan en partidos y entrenamientos.

"Creo que ese modelo te da una competencia deportiva en el grupo que te obliga como jugador a dar tu máximo esfuerzo, a comprometerte con una profesión y tomarla como tal", sostiene.

Pelear un lugar en la cancha es para Cruz un doble antídoto: contra el mal juego y la vanidad.

"Fui jugador también y a veces tienes buen sueldo, un coche, te conoce la gente, te hace entrevistas y pierdes un poquito la dimensión. No valoras lo que te da el futbol.

"Entonces mi mensaje es que no tengo compromiso con nadie, sólo con aquellos que estén al servicio del grupo porque la trayectoria y la jerarquía se ganan día tras día", sostiene

Cruz está convencido de que, bien aplicada, la fórmula puede dar buenos resultados en cualquier club de primera división.

"Hay que cambiar un poquito la mentalidad y la filosofía de trabajo en los equipos. Ves al Real Madrid que quiso ser campeón a fuerza de sacar la chequera, pero desde hace dos o tres años no consigue nada", señala.

"Cuanto mayor jerarquía tiene el jugador más tiene que saber que su responsabilidad es superior a la de los jóvenes", y la manera de demostrar el profesionalismo es una sola, asegura el profe Cruz: "partido a partido, entrenamiento a entrenamiento, no solamente el día de la quincena".