Mi obligación es cumplir y hacer cumplir la ley
Dice jefe de Gobierno que no le preocupa declaración papal
El jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, y diputados locales aseguraron que no les quita el sueño ni le genera preocupación la declaración del papa Benedicto XVI, en la que respaldó la excomunión de los políticos mexicanos que aprobaron las reformas en materia de aborto en el Distrito Federal.
Entrevistado después de acudir al informe de labores que ofreció el titular de la Comisión de Derechos Humanos del DF (CDHDF), Emilio Alvarez Icaza, expresó que no tiene ninguna pretensión de entrar a algún tipo de debate con la jerarquía de la Iglesia católica, pues se trata de una ley que hará cumplir.
"Simplemente resumiría la situación así: es una disposición legal vigente en el Distrito Federal. Mi obligación es cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen, de ahí en fuera no tengo ninguna otra preocupación", sostuvo.
De si trata de una declaración fuera de tiempo, el mandatario capitalino señaló que eso "es una cosa de ellos. Aquí lo que tenemos es una ley vigente, la vamos a aplicar", insistió.
"No me quita el sueño, ni me preocupa ni nada, lo que voy hacer es cumplir con mis obligaciones, y no hay nada por encima de la ley", puntualizó.
Por su parte, los presidentes de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Víctor Hugo Círigo, y de la mesa directiva de la Diputación Permanente, Agustín Guerrero, calificaron de lamentables y muy inoportunas las declaraciones del papa Benedicto XVI en las que apoya la excomunión de los diputados que votaron a favor de la despenalización del aborto.
El coordinador de la fracción del PRD de la ALDF, Círigo Vázquez, apuntó: "Quiero leer las declaraciones del Papa como un mensaje al encuentro que se lleva a cabo en Brasil, más que al Distrito Federal. El caso del capítulo México debe continuar cerrado", por lo que lamentó que las palabras de Benedicto XVI hayan generado confusión.
La diputada perredista Laura Piña Olmedo aseveró que no le preocupa que "un hombre que estuvo en los campos de concentración, en los que sí murió mucha gente, hable de excomulgarla, no he matado a nadie, por el contrario, evité que muchas mujeres sigan muriendo por un aborto mal practicado, es una cuestión de salud pública". Puntualizó: "no tengo ningún problema con Dios, no dejaré de practicar mis creencias".
El legislador Guerrero Castillo remarcó que, con su declaración, el Papa descalifica al cardenal Norberto Rivera, quien el domingo pasado aseguró que en los 11 años que lleva al frente de la fe católica en México no ha excomulgado a nadie.
El diputado local de la coalición socialdemócrata, Enrique Pérez Correa, enfatizó: "es una posición ligera y de poco respeto al trabajo legislativo, que sólo viene a enrarecer el ambiente que vive no sólo en el DF, sino en todo el país".
En tanto, el príista Armando Tonatiuh González Case respondió: "mientras esté bien con Dios, si la Iglesia católica me excomulga no es algo que me quite el sueño o me preocupe".
Por su parte la presidente del Partido Acción Nacional (PAN) en el DF, Mariana Gómez del Campo, defendió el derecho del papa Benedicto XVI a expresar sus opiniones respecto a la despenalización del aborto en la ciudad de México.
Sin embargo, al igual que la diputada local del blanquiazul, Kenia López, Gómez del Campo prefirió no calificar la declaración del sumo pontífice.
En tanto que el secretario general del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Guadalupe Acosta Naranjo, consideró que el papa Benedicto XVI asumió una "actitud intolerante" al amenazar con la excomunión para los políticos que respaldaron la despenalización del aborto en el Distrito Federal. Esta postura, aseguró, en nada contribuye a una buena relación entre la Iglesia y el Estado.
Consideró que las palabras del pontífice significan un "retroceso que había manifestado la Iglesia católica, respecto a que no se juzgaría a políticos por actos que realizan en ejercicio de sus facultades". Y le recordó a Benedicto XVI que en la capital mexicana "ningún católico está siendo obligado a abortar, ni la ley es de acatamiento obligatorio.