Usted está aquí: jueves 10 de mayo de 2007 Capital La actuación del juez que liberó a Ahumada, marcada por anomalías

En poco más de siete años acumula 18 quejas y sólo una sanción por sus decisiones

La actuación del juez que liberó a Ahumada, marcada por anomalías

Admite Jaime Cárdenas que falta transparencia en el Consejo de la Judicatura

RAUL LLANOS SAMANIEGO

Ampliar la imagen El empresario Carlos Ahumada a su salida del Reclusorio Norte, acompañado de sus hijos y guardaespaldas El empresario Carlos Ahumada a su salida del Reclusorio Norte, acompañado de sus hijos y guardaespaldas Foto: Guillermo Sologuren

La actuación del juez Alberto Rubalcava Ramírez -quien la noche del pasado lunes absolviera, en un tiempo inusual, a Carlos Ahumada Kurtz- ha estado marcada por críticas y denuncias ante el Consejo de la Judicatura del Distrito Federal (CJDF), órgano de vigilancia del Tribunal Superior de Justicia local (TSJDF), que en los pasados siete años y cinco meses recibió 18 quejas en su contra, de las cuales sólo una terminó en una sanción de "apercibimiento", y contra la cual se amparó el impartidor de justicia.

De hecho, ayer se sumaron los dos más recientes de ese historial. Uno fue del diputado federal del PRD, Gerardo Villanueva Albarrán, quien acudió a las oficinas del CJDF para presentar una queja y solicitud de investigación contra Rubalcava Ramírez, "por no haber valorado con el suficiente tiempo y con veracidad e imparcialidad" el caso del empresario argentino.

El otro fue autoría del abogado defensor, Víctor Fajardo, que ayer mismo llegó a la ponencia del consejero Jaime Cárdenas, para su estudio y resolución.

Información oficial del Consejo de la Judicatura del DF precisa que de 1999 a la fecha Alberto Rubalcava ha ocupado la titularidad de tres juzgados: 57, 66 y desde febrero pasado, el 12 penal, sin embargo en todos ellos ha recibido quejas o bien se han iniciado procedimientos de oficio, que se refieren a anomalías detectadas por visitadores del TSJDF durante su inspección a los juzgados que ha encabezado.

Así, por ejemplo, siendo titular del juzgado 57, Rubalcava enfrentó cuatro quejas en un año; tres se desecharon en el pleno del CJDF y en la otra también los consejeros declararon la "no responsabilidad". Como juez 66 de lo penal se presentaron en su contra nueve quejas y se realizaron tres procedimientos de oficio. Sólo en uno de ellos, DPO-80/2003, el CJDF encontró elementos para sancionarlo con un "apercibimiento", mismo que fue impugnado mediante un amparo, el cual le favoreció finalmente.

A partir de febrero de este año, Alberto Rubalcava, fue adscrito al juzgado penal 12, y ya enfrenta la queja 220/2007, así como la que interpuso ayer el legislador federal Gerardo Villanueva Albarrán.

Protección a jueces

En entrevista, el integrante del CJDF Jaime Cárdenas Gracia, reconoció que este órgano no está cumpliendo atinadamente su función en lo que se refiere a la vigilancia, disciplina y sanción hacia los jueces que forman parte del Tribunal Superior de Justicia de esta capital.

Recién designado para ocupar dicho cargo, el doctor en derecho aseguró que de 100 quejas que se presentan ante el Consejo de la Judicatura, cerca de 80 por ciento se declara improcedente, 10 por ciento se catalogan como infundadas, y únicamente en el 10 por ciento restante se llega a sanciones, "pero generalmente son pequeñas, como apercibimientos, algunas multas o suspensiones, pero no se han dado destituciones o sanciones graves".

Detalló que el CJDF lo integran siete impartidores de justicia, de los cuales dos son designados por la Asamblea Legislativa y uno más por el jefe de Gobierno (que es su caso) y los otros cuatro son electos mediante insaculación entre magistrados y jueces ratificados.

Sin embargo, consideró que es entre estos cuatro magistrados que se da un "sesgo muy gremial a favor de la defensa de los jueces; ellos generalmente defienden posturas en favor de los intereses gremiales", y como en el Consejo de la Judicatura "no hay transparencia ni apertura informativa las cosas se mantienen en la oscuridad, y por ende no hay ninguna presión social, y entonces con cualquier argumento formal de improcedencia o de que está infundado, se desechan las quejas".

Mencionó que en el corto tiempo que lleva como consejero de ese órgano autónomo ha externado su voto particular en torno a alguna exoneración de sanción para algún servidor público del TSJDF, es decir, "sí noto un manejo muy protector a favor de los jueces en las quejas que hay en su contra".

Incluso, Cárdenas Gracia entregó ayer un oficio formal al presidente del TSJDF, José Guadalupe Carrera, en donde solicita le informen las razones por las cuales Alberto Rubalcava fue cambiado del juzgado 66 al 12 penal, así como que se le permita tener acceso a las quejas y procedimientos administrativos que se hayan iniciado en contra de ese juez.

 
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