El valor del dólar... y del peso
El dólar ha perdido peso en relación con otras monedas. Un euro vale poco más de un dólar con 35 centavos. Hace unos años costaba 80 centavos de dólar. La libra esterlina británica vale 2 dólares. Y el peso mexicano, del que se necesitan 11 unidades para comprar un dólar, no se diga.
El organismo monetario estadunidense, la SEC, anunció que se mantienen sin cambio las tasas de interés. Ese tipo de cambio se ha usado para contener fluctuaciones no deseadas de la moneda. De modo que, o sí se desea que el dólar baje, o se renuncia a ese recurso.
Ya se había anunciado una baja en el ritmo de crecimiento en el vecino país. Y eso se reflejó en la economía mexicana. Tecnócratas y otros funcionarios derechistas habían hablado de que la economía mexicana estaba blindada, y la realidad mostró que los discursos no funcionan como blindaje.
En Estados Unidos, los riesgos ante la elección presidencial de 2008 se acumulan. La intensificación de la guerra de Irak, y ahora la declinación en el ritmo de crecimiento económico, están creando al actual gobierno un ambiente desfavorable, como lo confirman las encuestas. De por sí perdieron la elección de legisladores el año pasado.
En México, la derecha gobernante tampoco las tiene todas consigo. La despenalización del aborto en el Distrito Federal no sólo representa una derrota para la derecha, sino un síntoma de su aislamiento político. Se quedaron solos en la Asamblea Legislativa, y en la polémica pública sólo tuvieron apoyo de sectores de ultraderecha, incluso clericales.
En torno al primero de mayo, y con motivo de la Ley del ISSSTE aprobada recientemente, ha habido movilizaciones y paros. Algunas revisiones de contrato colectivo han dado lugar, también, a movilizaciones y, en algunos casos, huelgas.
Aunque puedan contar varios factores, es claro que la unidad europea permitió mejores condiciones de competencia ante Estados Unidos, y su moneda es ahora más fuerte que el dólar. No sólo se trata del valor del euro, sino del aumento en su uso en transacciones internacionales, para las que hace unos años el dólar era moneda casi única.
En cambio, los gobiernos derechistas de México se han alejado del resto de América Latina -cuyos principales países se conforman también en una unión económica- y han aceptado en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte condiciones leoninas para nuestra agricultura. La libre importación de maíz y frijol, para la cual ya sólo falta poco más de medio año, causará muchos daños al campo mexicano, de por sí abandonado desde que empezaron a gobernar los tecnócratas.