Sondeos ubican a ambos candidatos en el mismo nivel; coinciden en actos en Valladolid

Ortega y Abreu proclaman victoria a 8 días de elecciones en Yucatán

He jugado limpio; seré gobernadora sin rencores, dice la priísta; el panista tampoco baja la guardia

FABIOLA MARTINEZ, LUIS BOFFIL

Valladolid, Yucatán, 12 de mayo. "¡Voy a ser la gobernadora más joven del país!", suelta, con aire de triunfo, Ivonne Ortega Pacheco, candidata del PRI a la gubernatura de esta entidad.

Mientras, miembros de la plana mayor del tricolor que por estos días se dedican a arropar a su abanderada en esta tierra calurosa y muy húmeda, sonríen, hacen planes de su eventual regreso al poder estatal y hasta calculan que el próximo domingo le ganarán al panista Xavier Abreu Sierra por "tres puntos de diferencia".

Pero en la acera de enfrente, en el búnker albiazul, no bajan la guardia y aseguran que tendrán una "ventaja holgada para alcanzar un triunfo legítimo".

Luego que varias encuestadoras colocaron a los dos candidatos prácticamente en el mismo nivel, los panistas ya no hablan de porcentajes (al inicio de la contienda decían que su ventaja sería de entre siete y nueve puntos), ahora prefieren insistir en que Ortega es una priísta sin experiencia ni preparación.

Los panistas también conservan la estrategia, principalmente en mensajes en radio y televisión, de lanzar críticas directas a Ortega, sobrina del fallecido ex gobernador Víctor Cervera Pacheco. También han optado por destacar en sus discursos los valores y en la "importancia de la familia".

Ambos abanderados con posibilidades de triunfo tienen literalmente atiborradas sus agendas, y no dudan en virar su itinerario para saludar a la gente que sale al paso, con la certeza de que, ante una jornada electoral altamente competida, cada puñado de votos, en cada uno de los municipios, podría hacer la diferencia.

La moneda está en el aire en la primera elección, durante el sexenio en curso, para renovar la gubernatura, 106 presidencias municipales y 25 asientos en el Congreso local.

La víspera de los cierres de campaña regionales, la priísta -estigmatizada por propios y extraños como 'la mujer que ha bajado 44 kilogramos de peso en sólo dos años'- tampoco deja de sonreír y confiar en el triunfo.

Con mucha fuerza, como quien sube al podio a recibir una medalla de una competencia deportiva, alza a botepronto los brazos y coloca los pulgares hacia arriba; emite discursos cortos, sin leer guiones o tarjetas, y no duda en hacer recorridos a pie para besar niños, lanzar frases en maya, tomarse la foto con sus simpatizantes y hasta bailar al ritmo de una batucada, en algún tramo de sus jornadas proselitistas de más de 12 horas.

Por supuesto, en el último tramo de campañas, Ortega Pacheco aprovecha para repetir el caudal de compromisos y promesas, lo mismo para generar más de 100 mil empleos que en garantizar, para los mayores de 65 años, "500 pesos al mes y una despensa".

Sólo ayer empezó los actos públicos a las nueve de la mañana y 14 horas después estaba de regreso en Mérida para reunirse con cientos de jóvenes promotores del "voto nuevo".

Ahí, en una hacienda ubicada al norte de la capital yucateca, aseguró que ha "jugado limpio" y, como quien ya se siente triunfadora, se compromete ante los muchachos a ser una gobernadora sin rencores: "Por cada ofensa, por cada espot y por cada guerra sucia, habrá un voto para la gobernadora", dice.

Este sábado, ambos candidatos con posibilidades de triunfo coincidieron en este municipio, el segundo en importancia, sólo después de la capital, Mérida, actualmente gobernado por el PRD.

La priísta sostuvo, entre otras actividades, un encuentro con empresarios de la región, mientras Abreu Sierra encabezó -después de las 8 de la noche- un mitin en la plaza principal.

Una vez más, el panista y los candidatos locales advirtieron en sus discursos que hace seis años, cuando el PAN ganó al PRI la gubernatura, recibieron una entidad ubicada en el lugar número cinco de pobreza en el país y, ahora, presume uno de los oradores en el mitin, "avanzamos cuatro lugares"; por ello, agrega, no demos pasos hacia atrás, no permitamos que Yucatán sea arrebatada por improvisados.