Debe ser la prioridad número uno para México, afirma el rector de la UNAM
La mejor fórmula para el progreso es invertir en educación: De la Fuente
La enseñanza, un proceso de largo aliento; los políticos sólo ven el corto plazo, sostiene
Ampliar la imagen Conforme se progresa en la pirámide educativa, en la enseñanza media y superior, la situación empeora porque su nivel es irregular y la cobertura se estrecha Foto: José Carlo González
La educación debe ser la prioridad número uno en México, porque a mediano y largo plazos es lo que más nos redituará como país, aseveró el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, al advertir que sólo si se fortalece este sistema la nación podrá alcanzar un desarrollo social más justo, menos desigual y con mayores oportunidades para su población.
Un comunicado de esa casa de estudios fechado en la Costa Grande de Guerrero, sostiene que, para ello, De la Fuente manifestó la necesidad de que los sectores involucrados: el magisterio, los padres de familia y las autoridades locales, municipales, estatales y federales, trabajen de manera conjunta y articulada, con la finalidad de lograr un mejor crecimiento.
En la conferencia Educación y Desarrollo Social, que dictó en el Museo Arqueológico de la Costa Grande, el rector De la Fuente señaló que debido a que no se le da alta prioridad a la educación, muchos de los problemas sociales que hoy afectan a los mexicanos de manera cercana e intensa están relacionados con la falta de un buen sistema de enseñanza.
Durante la conferencia, que convocó a importante número de pobladores, académicos, estudiantes y empresarios, reconoció que el esquema educativo nacional tiene muchas deficiencias y requiere de mayor impulso. Cuando se quiere resolver un problema, aseguró, lo primero que se debe hacer es reconocerlo. De lo contrario, alertó, se evade llegar al punto central que se quiere analizar.
Aunque hay avances en la educación en México, pues en el nivel básico se registra una mayor cobertura de la que había hace algunos años, admitió, la calidad no es la que el mundo y la globalización exigen.
En cambio, abundó, conforme se progresa en la pirámide educativa, en la enseñanza media -secundaria y bachillerato- y superior, la situación no mejora porque su nivel es irregular y la cobertura se estrecha.
De la Fuente ejemplificó con cifras al informar que en México sólo dos de cada 10 jóvenes entre 18 y 24 años acceden a la universidad. Mientras , los países que han alcanzado mayor desarrollo social tienen una estructura educativa que permite que siete u ocho de cada 10 muchachos puedan acudir a la enseñanza superior. Dijo que se trata de las naciones que en los pasados 20 años se han percatado de que la mejor fórmula para el progreso es invertir en educación.
Sin embargo, el problema adicional de México -que no permite el crecimiento educativo deseado- es que la mayoría de los políticos sólo ven el corto plazo, y la enseñanza es un proceso de largo aliento, hizo hincapié.
De la Fuente se preguntó dónde se encuentran los ocho jóvenes que no accedieron a la universidad. Dijo que al no generarse suficientes empleos en el país, algunos están en el sector informal, mientras que el resto se encuentra en Estados Unidos y en las calles: susceptibles al consumo de drogas, otros incrementan los índices delictivos y los embarazos no deseados.
Pero, remarcó, para México es mejor que estén en la escuela que en la calle.