Las posturas sólo son un aspecto, asegura
Rescata Ana Paula Domínguez el verdadero valor del yoga
El yoga se está convirtiendo en una moda, en algunos lugares está perdiendo su esencia y esta práctica es vista sólo como un ejercicio físico, advierte Ana Paula Domínguez, autora del libro Yoga para la felicidad, la salud y otras cosas, uno de los primeros escritos sobre el tema hecho por una mexicana. La tendencia es pensar que el yoga es una práctica superficial, una moda que va a dar cierto estatus porque desgraciadamente se ha vuelto muy caro, se practica en un nivel elitista. Hace unos años quien lo practicaba, recuerda, era considerado como raro o hippie; el yoga, inclusive, llegó a Estados Unidos como una alternativa a las drogas, mientras que hoy muchas personas lo ven sólo como una clase de aerobics, añade la directora y fundadora del Instituto Mexicano de Yoga.
La realidad es que el yoga "es una disciplina de vida a la que también se le reconoce como sistema de salud, porque muchos estudios, de diferentes partes del mundo, han revelado que ayuda a aliviar el estrés, la ansiedad, el insomnio, la fatiga, disminuye la presión arterial y tiene efectos positivos para el sistema glandular".
Este malentendido que pesa sobre el yoga, de que se trata sólo de un trabajo corporal, "nace por la visión occidental que tenemos del cuerpo y creemos que practicarlo implica realizar nada más una serie de posturas (asanas), algo acrobático, como si se tratara del Cirque du Soleil, cuando en realidad las asanas sólo son una de las ocho ramas que forman el yoga.
"Se supone que antes de pasar a hacer las posturas se tiene que pasar por el estudio de las tres ramas previas: las observancias personales, las sociales y la respiración; pero a occidente llegaron primero las asanas por esa visión súper hedonista en la que siempre queremos más de afuera, por eso el consumismo, mientras que el yoga propone 'menos es más'"..