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Las "advertencias" del Banco Mundial
Insiste en los efectos nocivos de la concentración de la riqueza, pero impulsa políticas reformistas
Ampliar la imagen Edificio del Banco Mundial en la capital estadunidense Foto: La Jornada
Sorpresa! De nueva cuenta el Banco Mundial (BM) "advierte" sobre el nocivo efecto de la concentración económica en México ("ese fenómeno que obstruye la competitividad y daña a los consumidores", el cual, dicho sea de paso, la institución financiera ha contribuido decididamente a consolidar), que las "reformas estructurales" no ha podido romper, y su manifestación más obvia ("un grupo de 20 personas o familias" que consolidó su poder durante el foxismo).
De un tiempo para acá, el organismo multilateral ha insistido públicamente en el tema, aunque en lo oscurito mantiene su política "reformista" y privatizadora que tanto daño ha causado no sólo a México, sino al grueso de las naciones subdesarrolladas. Las "reformas" emprendidas en México en las últimas dos décadas "no han podido romper el patrón de concentración económica y polarización regional", subraya el BM, mientras fuera de micrófono trabaja en favor de las "reformas pendientes".
Allá por noviembre pasado comentamos en este espacio que la "desmemoria" parece ser la constante, y un "sorprendido" Banco Mundial advierte que "un grupo de 20 personas o familias" consolidaron su poder económico (sin mencionar el político) en el sexenio foxista, y casi la mitad de ellas "se benefició de las privatizaciones realizadas a principios de los años 90".
El BM, el gran "promotor" de las privatizaciones en los países subdesarrollados (México ha sido unos de sus principales laboratorios), ahora se muestra estupefacto por los resultados de esa política de desmantelamiento del aparato productivo del Estado y de manera mañosa limita el avance de dicha casta al periodo en que Fox permaneció sentado en Los Pinos. Que el merolico acentuó los privilegios de 20 multimillonarios (y algunos más) no tiene punto de discusión, pero otra cosa es que el Banco Mundial "olvide" cómo aparecen esos nombres en la gran marquesina de los multimillonarios mexicanos.
"En la actualidad, los grupos poderosos se benefician del status quo y no tienen incentivos para cambiar su conducta. Hasta la fecha se ha observado un equilibrio político, en el que estos grupos reciben rentas sustanciales a costa del dinamismo en el crecimiento", subraya el horrorizado BM, cuando mucho tiene que ver en el asunto.
El "sorprendido" organismo financiero no menciona nombres ni apellidos, como si los multimillonarios fueran algo etéreo, aunque sí los sectores específicos que dominan: minería (Germán Larrea y Alberto Bailleres), banca (90 por ciento trasnacional), telecomunicaciones (Carlos Slim), industria cervecera (Aramburuzavala-Fernández y Eugenio Garza Lagüera), cemento (Lorenzo Zambrano), farmacéutica (Isaac Saba) y televisión (Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego). Qué decir de otros sectores controlados por unos cuantos, aunque los magnates no aparezcan en la lista de Forbes, como el pan industrializado (la siempre pía familia Servitje), refresquero (el propio Garza Lagüera), avícola (Robinson Bours), vidriero (Sada González), entretenimiento (Soberón Kuri) y hasta sepulturero (Cantú Charles, Gayosso), por citar algunos cuantos.
En estos días dichos nombres han sido asociados, una vez más, al atraco a la nación, producto de los privilegios fiscales gentilmente concedidos por el gobierno mexicano, aunados a "rescates", "salvamentos", subsidios cambiarios, concesiones, leyes y decretos a la medida y demás gracias producto de su bien aceitada relación con el poder público.
Pero también aparecen en los informes sobre el "exitoso" comportamiento de la economía mexicana, es decir, su economía. Por ejemplo, el reporte más reciente de la revista especializada Expansión (Los cien empresarios más importantes de México; abril 30, 2007) da cuenta que en 2006 las utilidades netas de Carlos Slim sumaron 77 mil 450 millones de pesos, 10.2 por ciento más que en 2005.
Con la misma sonrisa, los empresarios que en 2006 ocuparon las primeras cinco posiciones (Slim, Lorenzo Zambrano, José Antonio Fernández, Germán Larrea y Alberto Bailleres) entre las 100 mencionadas acumularon utilidades netas cercanas a 135 mil millones de pesos, de los que casi 60 por ciento se quedaron en las arcas de Slim.
Aún así, a ciertos "hombres de negocios" nada mal les fue en el cierre del sexenio foxista. Por ejemplo, a Germán Larrea, el de Grupo México, la vida le sonrió más de lo tradicional: con todo y la explosión en Pasta de Conchos (los restos de 63 mineros siguen bajo los escombros), sus utilidades netas crecieron 137 por ciento, incremento poco menor al 202 por ciento de Ricardo Salinas Pliego, aunque superior al 126 por ciento de Enrique Coppel Luken (el del banco chatarra regalado por Fox y el de la carta a sus empleados para que votaran por Calderón).
Es la historia de todos los años: enclenque la economía, mayor desempleo, creciente la deuda social, pero con barones cada vez más rollizos, con la venia gubernamental (¡ya vienen las elecciones intermedias!). Todo, pues, en espera de la siguiente "advertencia" del Banco Mundial sobre el efecto nocivo de la concentración económica en México.
Las rebanadas del pastel:
Y a un lado de la rapacidad de los barones, la rapiña de los políticos: "la sede de los 52 senadores del PAN (la Torre Azul, en Paseo de la Reforma) fue vendida al Partido Acción Nacional en poco más de 88 millones de pesos. Sin embargo, el edificio tiene un valor superior a 290 millones... Este es sólo un ejemplo más de los remates de bienes del IPAB. La compra, con la mediación de Diego Fernández de Cevallos, se hizo a través de la Fundación Humanismo Político Acción Civil de Acción Nacional, pero el pago se realizó con recursos del Senado... En ningún documento o informe aparece la Torre Azul como parte de los activos del Senado de la República, a pesar de que fue adquirida con sus propios recursos" (El Universal)... Por si fuera poco, el senador panista Federico Döring, de la mano de Javier Tejado Dondé (operador de Emilio Azcárraga), están cabildeando en la Suprema Corte de Justicia de la Nación la ley Televisa, y Marcelo Ebrard abrazado a Pedro Aspe. ¡Qué bonita famiglia!