Benedicto XVI pidió a la jerarquía católica centrar su acción en la fe, no en la política
Advierte el Papa del surgimiento de gobiernos autoritarios en AL
Conquista y evangelización no suponen la "alienación de culturas precolombinas", dice
Ampliar la imagen Miles de fieles saludan a Benedicto XVI durante su arribo a la Basílica de Aparecida, donde el Papa concluyó con una misa su primera visita a Brasil y marcó distancia con las ideas de su predecesor sobre la evangelización Foto: Reuters
Ampliar la imagen Un grupo de católicos que asistieron a la misa masiva en la Basílica de Aparecida portan el retrato del ecologista brasileño Chico Mendes, asesinado en 1988 debido a su activa defensa de la selva amazónica Foto: Reuters
Aparecida, 13 de mayo. Sin mencionar específicamente a país alguno, el papa Benedicto XVI expresó hoy su "preocupación" por el surgimiento en América Latina de "formas de gobierno autoritarias o sujetas a ciertas ideologías que se creían superadas", pero también advirtió que "la economía liberal de algunos países latinoamericanos ha de tener presente la equidad, pues siguen aumentando los sectores sociales que se van probados cada más por una enorme pobreza o inclusive expoliados de los propios bienes naturales".
Con un mensaje orientado a temas políticos, económicos, históricos y religiosos, el Papa alemán inauguró la quinta Conferencia del Episcopado de América Latina y el Caribe, a la que asisten 266 obispos, teólogos y laicos en el santuario de Aparecida, en el estado brasileño de Sao Paulo, 167 kilómetros al este de la ciudad del mismo nombre. La temática en la alocución de Joseph Ratzinger se salió de los asuntos que había enfatizado en los tres primeros días de su visita a Brasil, centrados en la familia y la moral.
Benedicto XVI también habló de política y religión durante la homilía que pronunció ante unos 150 mil fieles en Aparecida, donde se hicieron preparativos para recibir a medio millón de personas. A la celebración eucarística acudieron católicos de países de Centro y Sudamérica.
Ahí, el Papa pidió a la jerarquía católica latinoamericana centrar su acción pastoral en la fe y no en la política ni la ideología.
La fe católica "no es una ideología política, ni un movimiento social, como tampoco un sistema económico; es la fe en Dios amor, encarnado, muerto y resucitado en Jesucristo, el auténtico fundamento de esta esperanza que produjo frutos tan magníficos desde la primera evangelización hasta hoy", dijo el pontífice.
"Esta es la fe que hizo de Latinoamérica el Continente de la Esperanza", agregó en una misa a cielo abierto, quien antes de llegar al pontificado fue un defensor del dogma católico sin desviaciones.
Aparecida es el mayor santuario brasileño y recibe unos ocho millones de peregrinos cada año. Su nombre es homenaje a Nuestra Señora de Aparecida, virgen morena y patrona de Brasil. La episcopal inaugurada este domingo constituye la quinta versión de este tipo de encuentros desde 1995, cuando se realizó el primero en Río de Janeiro, seguidos por el de Medellín en 1968; Puebla en 1979; y Santo Domingo en 1992.
En su discurso ante la conferencia, Ratzinger sostuvo que la conversión al catolicismo de los pueblos originarios de América no fue una imposición, sino un "encuentro".
-"¿Qué ha significado la aceptación de la fe cristiana para los pueblos de América Latina y del Caribe?
-Para ellos ha significado conocer y acoger a Cristo, el dios desconocido que sus antepasados, sin saberlo, buscaban en sus ricas tradiciones religiosas. Cristo era el salvador que anhelaban silenciosamente", dijo el Papa.
"El anuncio de Jesús y de su evangelio -prosiguió el pontífice en español- no supuso, en ningún momento, una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña".
La declaración de Benedicto XVI contrasta con las afirmaciones de Juan Pablo II en 1992, cuando habló de "luces y sombras" en la ocupación y colonización europea de América. En aquella ocasión, dijo además que hubo "aciertos y desatinos como en toda obra humana" y que los acontecimientos históricos controvertidos debían ser vistos "en la perspectiva de su tiempo".
El Papa consideró además como "un retroceso" la idea de revivir las religiones de los indígenas precolombinos que fueron catequizados por la Iglesia durante la colonización española y portuguesa.
"La utopía de volver a dar vida a las religiones precolombinas, separándolas de Cristo y de la Iglesia universal, no sería un progreso, sino un retroceso. En realidad sería una involución hacia un momento histórico anclado en el pasado", dijo.
"Las auténticas culturas no están cerradas en sí mismas ni petrificadas en un determinado punto de la historia, sino que están abiertas; más aún, buscan el encuentro con otras culturas, esperan alcanzar la universalidad en el encuentro y el diálogo con otras formas de vida y con los elementos que puedan llevar a una nueva síntesis en la que se respete siempre la diversidad de las expresiones y de su realización cultural concreta", enfatizó.
Benedicto XVI, que en la noche del domingo retornó a Roma, consideró que "del encuentro de esa fe con las etnias originarias ha nacido la rica cultura cristiana de este continente expresada en el arte, la música, la literatura y, sobre todo, en las tradiciones religiosas y en la idiosincrasia de sus gentes", formando "una gran sintonía en la diversidad de culturas y de lenguas".
La visita papal a Brasil fue un esfuerzo del Vaticano para restablecer el tradicional poder de la Iglesia en la región, erosionado por la acción de cultos evangélicos y la indiferencia de parte de la sociedad a sus posiciones contrarias al uso del condón, la homosexualidad y el divorcio. La conferencia episcopal latinoamericana concluye el 31 de mayo.