Propone el CAP crear fondo trilateral compensatorio
Insisten campesinos en excluir los granos básicos del TLCAN
Organizaciones del Congreso Agrario Permanente (CAP) insistieron en que la política agropecuaria de la actual administración debe excluir al maíz y al frijol del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Propusieron también la firma de un acuerdo complementario en la materia y la creación de un fondo trilateral compensatorio para solventar los daños y perjuicios causados por ese pacto comercial entre los productores mexicanos.
En una reunión privada que sostuvieron ayer algunas organizaciones del CAP con el secretario de la Secretaría de Agricultura, Alberto Cárdenas Jiménez, con el fin de entregarle sus propuestas para el Plan Nacional de Desarrollo, el tema de la soberanía alimentaria y la protección de los productos básicos en la dieta de los mexicanos predominó en la agenda, comentaron algunos participantes.
Max Correa Hernández, dirigente de la Central Campesina Cardenista (CCC), sostuvo que hubo coincidencias con la dependencia en la demanda de prorrogar el calendario de desgravación de leche, azúcar, maíz y frijol (programada para 2008) hasta que sea signado un acuerdo complementario en materia agropecuaria.
Agregó que la propuesta de la CCC presenta alternativas para mitigar la dolorosa realidad de pobreza, el agotamiento de los recursos hidrológicos y forestales, la creciente migración, la expansión de actividades delictivas como el tráfico de enervantes y la pérdida de identidad y cultura entre los pueblos indígenas.
Entre otras, dijo, se plantea aplicar de manera urgente un programa que garantice ingresos y empleo dignos a los pobladores de alta y muy alta marginación, pues el número de migrantes a Estados Unidos, que era de 28 mil personas anuales en décadas recientes, aumentó a 350 mil en el periodo 1995-2000, y creció a cerca de 600 mil desde el inicio del gobierno del ex presidente Vicente Fox, como efecto directo del TLCAN.
Sugirió una planeación de largo plazo de la seguridad y soberanía alimentarias, sustentadas en programas y presupuestos multianuales que deberán ser evaluados y ajustados cada año con la participación de organizaciones campesinas. "Las instituciones, programas y presupuestos del sector rural deberán ser revisados, evaluados y modificados en concordancia con los nuevos retos nacionales", expuso.
Consideró "urgente" que el gobierno federal lleve a cabo en forma intensiva, en las regiones de alta y muy alta marginación, un programa de desayunos y comidas escolares que abata la desnutrición y el hambre que sufren 30 por ciento de los niños a escala nacional: 55 por ciento en las zonas rurales, y 70 por ciento en zonas indígenas.
"Sin este programa será imposible elevar el nivel formativo de estos mexicanos y romper el círculo de la miseria; en este proyecto deberán ser incluidas las madres lactantes", sostuvo Max Correa.
El dirigente de la CCC exigió también que los campesinos participen con voz y voto en todas las reuniones, foros y procesos de negociación internacional en materia agropecuaria que México celebre con otros países.
Criticó que en las pasadas y actuales negociaciones sólo participen funcionarios federales y "un puñado de grandes empresarios nacionales, lo que contraviene el proyecto de desarrollo nacional democrático, con justicia y equidad".