Alerta sobre compra masiva de tierras por extranjeros
Afirma Lula que llevará al G-8 "su paquetito de biodiesel"
Brasilia, 15 de mayo. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, afirmó que "llevará su paquetito de biodiesel" a la próxima cumbre del G-8.
"No queremos que los países dejen de usar petróleo", agregó, al tiempo que señaló que defenderá ante el mundo el uso de combustibles renovables. "Vamos a descalentar el planeta con alcohol y biodiesel".
Alertó contra la compra masiva de tierras para producir caña de azúcar por parte de extranjeros, al anunciar medidas para regular la producción de etanol en el país y sostuvo que la nacionalización de los hidrocarburos bolivianos no afectó las relaciones con Brasil, pero que velará por el cumplimiento estricto de los contratos que aseguran el abastecimiento de gas de su país.
"El biocombustible crece de forma extraordinaria, más de lo que esperábamos que fuera a crecer", enfatizó.
En tono de broma, Lula dijo que quiere ser el "muchacho-propaganda" de la política energética brasileña, que pretende promover en el mundo la producción y consumo de biocombustibles.
Cuando los países desarrollados se interesen en utilizar alcohol y biocombustibles, los países en desarrollo los recibirán "con los brazos abiertos para ofrecer tierra, agua, sol y mano de obra calificada" para producirlos.
El presidente dijo que una vez "consolidado el etanol en el mundo como matriz energética de calidad excepcional", el país debe emprender "un segundo paso", que se destinará a mejorar las condiciones de trabajo, muchas veces infrahumanas, y a la creación de un estoque regulador que garantice la exportación.
Una de las grandes medidas para el sector sería el establecimiento de una "reserva reguladora del etanol en Brasil", que garantice el abastecimiento internacional, y que estaría en manos de la estatal Petrobras, dijo Lula.
También llamó a "humanizar" el mundo del trabajo del sector de la producción de caña de azúcar y etanol.
El presidente indicó que espera que esa medida sea resultado de acuerdos entre sindicatos y empresarios, pero que "el gobierno puede ser inductor de esas conversaciones" y que eventualmente apoyaría una legislación.