Los poderes del jefe de Estado
Nombrar a los miembros del gobierno, disolver la Asamblea Nacional (Parlamento), activar el uso del arma nuclear: el presidente de la república francesa tiene poderes que no tienen equivalente en las grandes democracias occidentales.
En Francia el jefe de Estado es elegido por sufragio universal directo en unas elecciones nominales en dos vueltas y para un mandato de cinco años renovable.
El mandatario tiene sus poderes estipulados por la Constitución del 4 de octubre de 1958, que establece un Ejecutivo de dos cabezas: el presidente de la República y el gobierno. Algunos, sin embargo, son propios del jefe de Estado y la repartición de las atribuciones depende sobre todo del clima político y las relaciones del mandatario con la mayoría parlamentaria.
Entre las funciones del presidente destacan velar por el respeto de la Constitución, garantizar la independencia nacional y la integridad territorial. Así, dispone del llamado botón nuclear, que en realidad es una llave con una clave que autoriza el disparo del arma atómica.
En la historia de Francia, tres periodos de cohabitación izquierda-derecha (1986-1988, 1993-1995 y 1997-2002) mermaron bastante la función presidencial y convirtieron al jefe de Estado en casi un líder de la oposición.
El mandato de cinco años reduce el riesgo de cohabitación ya que las elecciones presidenciales coinciden con las legislativas y es raro que los franceses den su confianza a una tendencia política y cambien de idea 15 días después.