Recomiendan a las regiones compartir conocimientos
Peligroso para AL y el Caribe menospreciar la educación
América Latina y el Caribe sólo podrá remontar los rezagos y desafíos que enfrentan en materia de educación superior cuando se considere a este sector como una política de Estado y un instrumento estratégico para el desarrollo de una nación, pero también para la construcción de ciudadanía y soberanía nacional, aseguró Ana Lucía Gazzola, directora del Instituto Internacional de Educación Superior para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
También alertó que los beneficios del conocimiento generado en los países latinoamericanos no se han extendido a grandes sectores de la sociedad, pues "se ha avanzando mucho en ese campo, pero se ha compartido muy poco".
Al participar en una conferencia sobre el papel de la educación superior para el desarrollo y la integración de América Latina y el Caribe, en la sede de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), afirmó que si los gobiernos de la región "no colocan a las instituciones de educación superior como socios prioritarios para el desarrollo de proyectos sustentables, continuaremos comprando las ideas de otros lugares, sin aplicar nuestros propios conocimientos".
Destacó que el desarrollo del posgrado será el gran campo económico y mercantil de la educación superior en el siglo XXI, "en el que ya hay una disputa enorme por el espacio, porque se trata de un negocio billonario, razón por la cual se incluyó como un servicio en los tratados comerciales internacionales, lo que implica tratar a la educación superior como mercancía, como un servicio, y no como un bien público, pues independientemente de la naturaleza de la institución que lo prevé, es un derecho social, universal, y una responsabilidad del Estado".
Gazzola alertó que en materia de educación superior enfrentamos nuevos escenarios, en los que es necesario garantizar que la formación universitaria "no se conviertan sólo en un fin de lucro", y agregó que es fundamental para los países de la región "configurar un gran espacio académico común que nos permita trabajar en conjunto para superar nuestras dificultades, optimizar nuestras capacidades y conquistas, pero al mismo tiempo competir con ventajas de bloque".
Al presentar un diagnóstico de 33 países latinoamericanos en el sector, afirmó que "ninguno está bien, pues son muy pocos los que superan la media regional de 28.5 por ciento en la matrícula de jóvenes de 20 a 24 años, contra una media de 55 por ciento en los países desarrollados".
Sólo poquísimos países de la región, indicó, superan la media regional, como Argentina, Panamá y Chile, con 45 por ciento de cobertura; Costa Rica, Venezuela, Uruguay, Bolivia, República Dominica, Perú y Cuba, con una media de 30 a 45 por ciento, y entre quienes se ubican por debajo de la media regional está México, Brasil, Colombia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay, Guatemala, Honduras, El Salvador y Belice, con un promedio de 15 a 30 por ciento".
Agregó que la media regional de estudiantes universitarios por cada 10 mil habitantes es de 259, a lo que se suma que 42 por ciento se concentra en carreras sociales y administrativas, un "bajísimo porcentaje en áreas estratégicas como ingenierías y ciencias exactas".