Usted está aquí: sábado 19 de mayo de 2007 Política Anuncia el Presidente programa para resolver en 90 días rezagos del ISSSTE

Incluye programación de 10 mil cirugías y 18 mil consultas en especialidades

Anuncia el Presidente programa para resolver en 90 días rezagos del ISSSTE

Flanqueado por líderes del SNTE y de la FSTSE, elogia su apoyo a la reforma del instituto

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Para hacer frente a los miles de amparos y movilizaciones en contra de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el presidente Felipe Calderón apresuró la presentación de un programa que decreta, como parte de sus 10 puntos, acabar con el rezago de 10 mil cirugías, 18 mil consultas, abasto de medicamentos y cobertura de guarderías en un plazo de 90 días, el cual se cumple el 15 de agosto.

Acompañado por decenas de integrantes de su gabinete, el Ejecutivo cerró filas con los dirigentes sindicales oficialistas para defender la impugnada reforma al instituto, durante la instalación de la junta directiva del ISSSTE.

El mandatario llenó de elogios a Elba Esther Gordillo (ausente en la ceremonia), presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE); al diputado priísta Joel Ayala, líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), y a Ricardo Pontigo, secretario general del sindicato nacional del ISSSTE, por su respaldo a los cambios. Reconoció así su "madurez, compromiso social y actuación con sentido patriótico y lealtad a su propio gremio".

Incluyó a Pontigo en su lista de agradecimientos, no obstante que un día antes este líder anunció que los más de 69 mil afiliados de base al sindicato del instituto se ampararon contra la nueva ley del organismo, argumentando que se afectaron sus derechos en materia de seguridad social.

Antaño enemigos, porque se disputan el control de la burocracia, Ayala y Rafael Ochoa, dirigente del SNTE y representante de Gordillo en la ceremonia, aparecieron juntos en la residencia oficial de Los Pinos, porque dijeron encabezar las "fuerzas reales, democráticas, legalmente representativas". Y, unidos -como dijo Ayala-, se dedicaron a acusar a los opositores a la reforma de polarizar a la sociedad, de obstruir al gobierno de Calderón y de "golpear" a sus organizaciones sindicales.

Luego de la cascada de amparos que interpusieron miles de trabajadores contra la reforma, vigente desde el pasado 31 de marzo, Calderón insistió en que "salvó de la quiebra" al instituto.

Así, propuso un programa de acciones para "construir un nuevo ISSSTE" en beneficio de los 10 millones de derechohabientes. Pero, en los hechos, se adelantó, porque apenas el pasado 9 de mayo, el director del organismo, Miguel Angel Yunes, dijo que en un par de meses iban a concluir un plan maestro para usar los 8 mil millones de pesos aprobados para el instituto, y reconoció incluso que el rezago acumulado en 25 años se empezaría a subsanar en los siguientes tres o cuatro años.

El decálogo

Pero, en su apresuramiento, Calderón ofreció que en un plazo de 90 días se programarán y efectuarán las más de 10 mil intervenciones quirúrgicas y estudios de gabinete que se han diferido por años. Y no sólo prometió que en el mismo lapso se atenderá a 18 mil derechohabientes en espera de consulta con un especialista, sino que dejará de haber retrasos en la atención médica de esa área.

También convocó al sindicato del ISSSTE a concluir este año -en su primera etapa- un programa de profesionalización y ampliación del personal médico y paramédico del instituto en las áreas donde existe evidente saturación y rezago.

Y anunció que antes de agosto se integrará e iniciará la aplicación del plan rector previsto en la ley, con la colaboración de trabajadores y especialistas en planeación, para racionalizar y orientar el desarrollo de la infraestructura y los servicios médicos .

Como parte de este proyecto -propuesto a la Junta Directiva- enunció los compromisos que adquirió el gobierno federal, como el de aportar 8 mil millones de pesos adicionales (en los próximos 30 meses) para mejorar los servicios de salud del ISSSTE. Informó además que se encuentran en estudio tres obras: la construcción del hospital general de Tultitlán, el cual tiene dedicatoria especial al SNTE, porque atenderá, entre otros, a los integrantes de su sección 36; la terminación del Hospital General Emiliano Zapata, en Morelos, y la creación e instalación del instituto nacional de geriatría y gerontología.

Otra meta consiste en abrir espacios en las estancias infantiles para todos los hijos de madres trabajadoras, que actualmente siguen en lista de espera.

Además, se comprometió a otorgar 100 mil préstamos personales adicionales a los ya programados para 2007, así como duplicar la oferta anual de estos créditos en un plazo máximo de dos años.

Su plan incluye 7 mil préstamos hipotecarios para derechohabientes de la tercera edad que no tengan casa, quienes recibirán 35 mil pesos adicionales de obsequio. De igual forma, la liberación de 7 mil créditos para vivienda en apoyo a trabajadores federales de bajos ingresos y respaldos para 80 mil acreditados que no han podido regularizar sus escrituras.

Como establece la ley, se buscará incorporar a la seguridad social a más de 300 mil trabajadores eventuales, de lista de raya y de honorarios, que hasta ahora no tienen prestación o servicio alguno.

La unidad Ayala-Gordillo

Durante el acto, Ayala resaltó el "entendimiento", la unidad entre la FSTSE y el SNTE, y acusó a los sindicatos opositores a la reforma de que prefieren mantener un ISSSTE con limitaciones, rumbo al caos financiero, para tener así más elementos de discordia y poder encontrar eco en los sectores sociales.

Después, en entrevista, reconoció que los opositores han tenido éxito en sus reclamos, en sus consideraciones "de presionar para encontrar dividendos", pero se alegró de que ya llegó a los gremios parte de los créditos que entregarán a los trabajadores para convencerlos de las virtudes de la nueva ley.

Mientras, Ochoa hizo ver al presidente Calderón que al apoyar la "democrática" reforma, el SNTE hizo una serie de aportaciones. En coincidencia con Ayala, el representante de Gordillo denunció que existen grupos políticos que intentan descarrilar la reforma, polarizar a la sociedad y obstruir el gobierno de Calderón.

Sin embargo, reconoció que existen grupos de trabajadores en los que hay dudas, desconfianza e incluso franco rechazo a la nueva Ley del ISSSTE, por lo que llamó a resolver las dudas para convencer sobre sus beneficios y demostrar con hechos que se tomó la decisión correcta.

Al final de sus discursos, Ayala y Ochoa fueron felicitados por el Presidente y recibieron palmaditas en la espalda del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, quien no ocultaba su emoción con esta unidad de propósitos entre los sindicatos oficialistas y el gobierno.

 
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