Usted está aquí: sábado 19 de mayo de 2007 Política Posturas encontradas por el pacto sobre reforma migratoria en el Senado de EU

SRE: es un paso importante; "avance limitado", afirman legisladores mexicanos

Posturas encontradas por el pacto sobre reforma migratoria en el Senado de EU

Pide diputado panista intensificar cabildeo para evitar que la iniciativa sea contraproducente La propuesta provoca diferencias en grupos de indocumentados

JUAN BALBOA, ROBERTO GARDUÑO, ANDREA BECERRIL

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) calificó de "paso importante" el acuerdo entre senadores demócratas y republicanos sobre un proyecto de reforma migratoria integral. Sin embargo, legisladores mexicanos lo consideraron un avance limitado.

Diputados y senadores del PRD y el PRI demandaron al gobierno mexicano emprender el cabildeo necesario para alcanzar mayores beneficios en favor de los migrantes mexicanos. El panista Alejandro Landero Gutiérrez consideró necesario revisar el tema de derechos humanos, porque, advirtió, a los indocumentados que no se beneficien con la reforma, "se les puede considerar criminales" y las redadas se incrementarán.

El proyecto de reforma provocó reacciones encontradas entre organizaciones de migrantes, pues mientras que el Frente de Mexicanos en el Exterior (FME) junto con otras organizaciones de California, Texas, Carolina, e Illinois rechazaron de forma tajante la propuesta por considerarla inviable, inhumana y con grandes obstáculos, integrantes del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) lo consideró positiva porque podría regularizar a 12 millones de indocumentados.

En comunicado, la cancillería calificó de positivo que esa iniciativa, dada a conocer en el Capitolio por algunos senadores demócratas y republicanos, abra la discusión sobre una reforma migratoria integral.

Sobre el tema, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores para América del Norte, el senador del PAN Ricardo García Cervantes dijo que no se pueden "echar al vuelo las campanas", ya que aún falta que se concrete la reforma. No quiso tampoco calificar el proyecto -que incluye un sistema de permisos temporales de trabajo, nuevos permisos de residencia e incremento de la vigilancia en la frontera- ya que, dijo, es necesario que se presente oficialmente para poder analizarlo a fondo.

En San Lázaro, diputados del PAN, PRD y PRI destacaron que se trata de un avance limitado. El panista Landero Gutiérrez consideró urgente intensificar el cabildeo con objeto de "que esta propuesta no vaya a ser contraproducente", sobre todo en el tema de derechos humanos.

Por su parte, Javier González Garza, coordinador del perredismo en San Lázaro, adujo que la reforma migratoria podría resolver uno de los principales problemas sociales de este país: "no estamos creando empleos en México. Presumiblemente se empezaría con un asunto muy concreto de creación de fuentes de trabajo y, la verdad es que a estas alturas hay probablemente 80 mil plazas menos en lo que va de esta administración".

A su juicio, Estados Unidos discutirá la ley migratoria con base en sus intereses y dado que las economías son complementarias requerirán sólo de empleos temporales.

Se margina la unión familiar

El diputado priísta Edmundo Ramírez Martínez destacó que la propuesta deja de lado la acción del gobierno mexicano a la hora de establecer condiciones para la aprobación del probable acuerdo migratorio.

Hace falta en esa discusión el tema de la unificación familiar: no se sabe a ciencia cierta cómo va a ser el procedimiento para las familias mexicanas, para los y las connacionales que tienen hijos en Estados Unidos. La propuesta en la actualidad es que regresen al país de origen para regularizar su estatus migratorio, y en ese sentido no se está priorizando lo que es la unificación familiar.

Por separado, Páramo Hernández, representante del Frente de Mexicanos en el Exterior (FME) y secretario general de la organización Primero de Mayo de Sacramento, California, aseguró que la iniciativa legislativa afecta de forma directa a las familias mexicanas, pues asegura que millones de connacionales serían obligados a regresar a México y "apuntarse en una lista" para posteriormente reingresar a Estados Unidos.

"La reforma separaría a las familias, renunciarían a sus trabajos actuales y no tendrían seguridad de regresar a suelo estadunidense", asegura el representante de organizaciones de migrantes mexicanos en Estados Unidos.

El Frente de Mexicanos en el Exterior, igual que asociaciones y clubes asentados en entidades como Texas, Carolina e Illinois, advirtieron que de aprobarse las reformas a las leyes migratorias estadunidenses se afectaría "terriblemente" al comercio en la mayoría de los estados, porque estiman que de los 12 millones de personas que se encuentran ilegales en Estados Unidos, unos 8 millones trabajan en la industria, el comercio y la agricultura estadunidenses.

La economía, agregó Hernández, sufriría un "terrible descalabro". Se mostró confiado en que el proyecto tenga cambios sustanciales para lograr una reforma migratoria integral en Estados Unidos.

 
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