La egiptóloga mexicana Gabriela Arrache participa in situ en el rescate
Falta al menos un lustro para reabrir al público la Tumba Tebana 39 de Luxor
En un lugar tan esplendoroso como la tumba de Nefertari, espera la egiptóloga mexicana Gabriela Arrache Vértiz que deriven los trabajos que encabeza en la Tumba Tebana 39, ubicada cerca de Luxor, con más de 3 mil años de antigüedad y que hasta 2004 estaba en grave riesgo por su deterioro.
Pero aunque ya se llevan tres años de rescate, aún falta al menos un lustro y otras cinco temporadas de trabajo de campo, es decir, en el lugar de los hechos, para que esta tumba en honor del profeta Pui-Em-Ra pueda ser abierta al público.
La presidenta de la Sociedad Mexicana de Egiptología informó ayer sobre los avances de la tercera estación anual de trabajo, realizada en febrero y marzo pasado en ese edificio de un nivel y cuatro estancias (un salón amplio y tres capillas), ubicado dos metros bajo tierra.
Entre otros aspectos, se cambió una parte del techo, se hizo un levantamiento fotográfico y de las condiciones de todas las paredes. Además, se rescataron y catalogaron más de 400 piedras o fragmentos de murales y relieves, la mayoría con inscripciones y figuras humanas.
Estos serán restaurados y, después, armados como un ''rompecabezas" que, entonces sí, revelarán información y misterios de ese recinto funerario y de la civilización egipcia en general.
Conservación de colores
El equipo encabezado por Arrache Vértiz está formado por egiptólogos, arqueólogos, restauradores, arquitectos y fotógrafos mexicanos, con la participación también de especialistas egipcios, un español y un estadunidense.
Arrache dio su informe en compañía de Jesús Alfonso Marín, vicerrector de la Universidad del Valle de México, y de Aly Houssam Elhefny, embajador de Egipto en México.
''Los avances indican que la TT39 es muy grande, tiene tres capillas, la central decorada como templo funerario, más que como una tumba. Están trabajados los relieves directamente en la roca, lo que ha provocado grandes problemas. Los relieves son de gran belleza, con una conservación de colores increíble después de tantos años."
El próximo año, se informó, con la cuarta temporada de campo, en febrero y marzo, ''comenzará la consolidación de los murales, la restitución de material suelto y, finalmente, la limpieza de los mismos". El objetivo, poder abrirla al público como una más de las sorprendentes maravillas del antiguo Egipto.
La primera misión mexicana
El proyecto de rescate de la TT39, autorizado en 2004 por el Servicio de Antigüedades de Egipto, dirigido por el destacado investigador Zahi Hawass, ha sido reconocido por el nivel de sus integrantes, pero también por ser la primera misión arqueológica mexicana en aquel país. (La Jornada/22 enero/2004)
Hawass, quien ha visitado México, es a su vez reconocido, junto con Mark Lenher, por diversos hallazgos importantes, como el de la ciudad perdida de Gizeh, que probó que las enormes pirámides no fueron construidas por esclavos, como se creía, sino por trabajadores al servicio del antiguo Estado egipcio. (La Jornada/ 9 de enero/2004)
Además, Hawass es ubicado por encabezar las exigencias oficiales de Egipto para que otros países devuelvan piezas fundamentales del patrimonio cultural de su nación. (La Jornada/ 10 de agosto/ 2003)
La Tumba Tebana 39 se localiza en un extremo de la vasta zona que ocupa el templo erigido en memoria de la reina Hat-Shep-Sut, en la colina de Khokha, ubicada en el anfiteatro natural que forma la montaña de Meretseger, en cuya cúspide está el espacio funerario Valle de los Reyes.
Fue construida hace más de 3 mil años en honor de Pui-Em-Ra, segundo profeta del dios Amón, en Karnak. Este segundo sacerdote fue ''el hombre de confianza" de la reina egipcia Hat-Shep-Sut y luego mantuvo su influencia a la llegada del faraón Tut-Mes III. El primer sacerdote era Hapuseneb, al que Pui-Em-Ra sucedería de ser necesario y quien además era su suegro.
Tenía columnas, muretes y pórticos grabados, así como sarcófagos de Pui-Em-Ra y de familiares suyos, pero fueron saqueados. Se pueden apreciar aún estelas y pinturas murales en bajorrelieves, en las que aparece este segundo profeta de Amón.
La tumba fue abierta por primera vez en 1882 y luego cerrada. En 1923 fue reabierta por Norman de Garis Davies, quien tomó fotos e hizo dibujos. Aún lucía como '''una de las más bellas de toda la Necrópolis". Después vendría el saqueo.