Usted está aquí: domingo 20 de mayo de 2007 Opinión Coches e importación de gasolina

Antonio Gershenson

Coches e importación de gasolina

La empresa automotriz alemana Daimler Chrysler está vendiendo su rama estadunidense: la Chrysler. Esa empresa europea antes era Daimler Benz porque también fabrica la marca Mercedes Benz. Es claro que quiere deshacerse de su sección estadunidense por la difícil situación económica de ésta.

Ya antes, las otras "grandes" estadunidenses, General Motors y Ford, habían tenido problemas económicos. Y en cambio otras empresas, especialmente la Toyota de Japón, se han beneficiado de ventas crecientes de automóviles. En especial, modelos de autos con motores "híbridos", como el Prius, han aumentado sus ventas a ritmo acelerado. En 2006 de este modelo se vendieron más de 100 mil unidades y en los primeros cuatro meses de 2007 hubo un aumento del 74 por ciento frente al mismo período del año inmediato anterior.

La clave de este cambio, desde el punto de vista del usuario, es el alto precio de la gasolina en Estados Unidos. Y, claro, la gran diferencia de rendimiento de ese mismo combustible en un motor híbrido, que obtiene casi la mitad de la energía de un motor eléctrico.

Aunque el coche con motor híbrido es más caro que su equivalente en motor de gasolina, eso, con el crédito que hay allá, se traduce básicamente en el pago de abonos más altos. Y el ahorro en el pago de la gasolina más que compensa esos abonos encarecidos. Este elemento, la mayor demanda de coches con bajo consumo de una gasolina muy cara, afectó a las mayores empresas de Estados Unidos, que habían dependido demasiado de vender camionetas y coches de mayor consumo de gasolina, y favoreció el crecimiento de empresas que incluso ya vendían coches con motor híbrido, como Toyota.

¿Qué se necesita para que haya este tipo de automóviles en México? Aquí no nos referimos a este modelo en especial, sino a los híbridos en general. Hay otras marcas, como Honda, que también los fabrican y otras más que, ante el éxito de los híbridos, se encaminan hacia su producción. Bastaría con exentar de impuestos, especialmente el aplicado a los automóviles nuevos (ISAN), a los coches que no rebasen un mínimo de emisiones contaminantes. De esta exención se deberán mantener fuera los coches de lujo, los que tengan precios por encima del que se fije como base. Los híbridos cumplen este mínimo, al consumir del orden de la mitad de gasolina que los convencionales. Con eso, la diferencia de precios de venta ya no es tan grande y habrá quienes los quieran comprar.

La reducción en el consumo de gasolina no sólo tiene efectos benéficos ambientales. Un resultado muy importante es la reducción en las importaciones de gasolina, al bajar su consumo. Recientemente veíamos la importancia del uso de etanol, alcohol que es y debería ser extraído de la caña, mezclado con la gasolina para el mejoramiento ambiental pero también para reducir las importaciones de gasolina. Con esta otra medida, la ganancia para el sector público derivada de importar menos gasolina es mayor.

Vamos viendo como hay medidas que, además de tener cada una sus ventajas, se van sumando para reducir las importaciones de gasolina. De todos modos será necesario eliminar las importaciones restantes, tanto de gasolina como de gas natural, mediante nuevas refinerías.

Estas medidas, el etanol y coches con motores híbridos, no son complicadas ni requieren de una gran inversión pública. Es tiempo que los tecnócratas vean los problemas de la gente y del país, en vez de andar buscando en qué lugares de la industria petrolera meter inversión extranjera.

 
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