Absorbe 90% de su flujo efectivo neto, aunque en 2004 alcanzó el 106%
Pemex pagará de aquí a 2010 la mayor carga impositiva del mundo
Su actual aportación al fisco mexicano representa 40 por ciento del presupuesto anual
A pesar de que por sus ventas la petrolera obtiene $900 mil millones, sufre pérdidas acumuladas
Hasta 2010 Petróleos Mexicanos (Pemex) continuará como la empresa a la que mayor carga impositiva se le aplica en el mundo, con una proporción que alcanza 90 por ciento de su flujo de efectivo neto, pese a que en la paraestatal se aplica un nuevo régimen fiscal desde el primero de enero de 2006.
De acuerdo con un amplio diagnóstico elaborado por Pemex, y entregado recientemente a la Comisión de Energía del Senado de la República, titulado Situación actual y perspectivas, se reconoce que durante el periodo 1995-2004 la carga fiscal como porcentaje del flujo de efectivo neto fue de 105 por ciento y en 2004 alcanzó hasta 106 por ciento.
Actualmente la aportación de Pemex al erario representa 40 por ciento del total del presupuesto anual, y la paradoja que enfrenta la compañía es que a pesar de que obtiene ventas por más de 900 mil millones de pesos, registra pérdidas acumuladas.
Su volumen de ventas asciende a lo que prácticamente en conjunto obtienen anualmente empresas como la Comisión Federal de Electricidad, Walt Mart de México, Telmex, Cemex, América Móvil y FEMSA.
Aunque no se tiene información precisa sobre las tasas impositivas que se aplican a estas empresas, solamente en 2005 América Móvil obtuvo una utilidad neta de 31 mil millones de pesos; Telmex, de 28 mil millones; Cemex, 23 mil millones; Wal Mart de México, 10 mil millones, y FEMSA, 8 mil millones de pesos, contra pérdidas de Pemex, en ese mismo año, por 76 mil millones de pesos.
El pesado régimen fiscal que prevalece sobre la petrolera propició que en el primer trimestre de 2007 continuara registrando pérdidas, ahora de 10 mil 100 millones de pesos, equivalente a unos 900 millones de dólares.
Aunado a lo anterior, para 2007 se le estableció la obligación de obtener un superávit de 155 mil 981 millones de pesos, con la finalidad de sustentar el ''equilibrio presupuestal'' de la actual administración.
De acuerdo con el amplio documento de Pemex, se observa que las empresas petroleras del Reino Unido tributan con una tasa de 30 por ciento sobre su flujo de efectivo; las de Libia, con 38; Nigeria, bajo régimen especial, con 40; Brasil, 47; Argentina, 48; el estándar en Estados Unidos es de 50; Alberta, Canadá, 51; Colombia, 57; en Alaska, Estados Unidos, 58; Egipto con régimen especial, 61; Abu Dhabi, 66; India, 71; Malasia, régimen especial, con 72; Katar, 74; Noruega, 76; Rusia, 77; Venezuela, Siria y Egipto, con 78 por ciento anual, respectivamente; Omán, 83; Malasia, 85, y Nigeria, con 87 por ciento.
Sin embargo, en México con la aplicación del nuevo régimen fiscal, Pemex disminuiría paulatinamente su aportación de 90 a 79 por ciento, entre 2006 y 2010.
A partir del primero de enero de 2006, Petróleos Mexicanos está sujeto a un nuevo régimen fiscal, bajo el cual el esquema de contribuciones de Pemex Exploración y Producción quedaría establecido en la Ley Federal de Derechos, y el esquema fiscal del resto de los organismos subsidiarios continuaría establecido en la Ley de Ingresos de la Federación.
El nuevo esquema fiscal para Pemex Exploración y Producción considera los derechos ordinarios sobre hidrocarburos, lo cual implica que de 2006 a 2009 se le aplicará una tasa variable en función del precio de la mezcla mexicana de crudo de exportación y del año que corresponda. En 2006 la tasa osciló entre un rango de 78.68 a 87.81 por ciento (dependiendo del precio de la mezcla mexicana de crudo), y se convertirá en una tasa única de 79 por ciento de 2010 en adelante.
La base para el cálculo de este derecho es el valor de la producción total extraída, menos las deducciones permitidas (parte de las inversiones, algunos costos, gastos y derechos).
Además, se le aplica un derecho sobre hidrocarburos para el fondo de estabilización de los ingresos petroleros, con una tasa de entre uno y 10 por ciento sobre el valor de la producción de crudo extraída en función del precio de la mezcla mexicana de exportación, siempre y cuando éste exceda los 22 dólares por barril.
Adicionalmente, el gobierno federal le aplica una tasa de 13.1 por ciento sobre la diferencia entre el valor realizado de las exportaciones y el valor presupuestado de las exportaciones, entre otros gravámenes.