Cuestiona AFL-CIO el plan de empleo temporal
Supera primera prueba proyecto migratorio en EU
Washington, 22 de mayo. Un frágil acuerdo sobre un proyecto de ley de inmigración sobrevivió ayer su primer desafío en el Senado estadunidense, cuando los legisladores rechazaron por 64 votos contra 31, un intento demócrata por eliminar un programa de trabajo temporal criticado por sindicatos y grupos latinos.
En tanto, el presidente estadunidense George W. Bush consideró que la propuesta de reforma migratoria pactada por demócratas y republicanos, que incluye la legalización de casi 12 millones de indocumentados, castigar a quienes contraten a migrantes sin papeles y crear un programa de trabajo temporal es "buena y fuerte", dijo el vocero presidencial, Tony Snow, al reconocer que están conscientes de las "preocupaciones" en torno al pacto, que comenzó a ser debatido en el pleno esta semana con vistas a un voto final en junio próximo.
En cambio, para la poderosa federación de sindicatos estadunidense AFL-CIO, un programa de empleo temporal discrimina a los trabajadores ilegales, que no gozan de los mismos derechos y garantías que los demás, y sería una forma de permitir a los contratistas controlar los sueldos en el país.
"Los programas, por la manera que funcionan, explotan a los trabajadores. El programa que invita a trabajadores a Estados Unidos tiene que garantizar derechos, tiene que garantizar una voz en la democracia y por eso creemos que todos los trabajadores tienen que entrar con tarjeta verde, eso es lo justo", sostuvo Ana Avendano, consejera general asociada y directora del programa de trabajo inmigrante de AFL-CIO.
La tarjeta verde, conocida como greencard, garantiza la residencia en el país, pero según la propuesta en debate en el Senado, los inmigrantes sólo la obtendrían tras pagar pesadas multas e impuestos, enfrentar un programa de trabajo temporal que los obligaría a salir del país cada tres años y esperar por otros largos periodos para obtener la residencia.
Otro proyecto de ley, más favorable a la situación de los inmigrantes, fue presentado en la Cámara de Representantes este año, pero aún no entró en discusión.
Ayer en Washington, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y la canciller de México, Patricia Espinosa, hablaron sobre el contenido de la reforma migratoria que analiza el Senado estadunidense y sobre cooperación para luchar contra la violencia en la frontera.
"Hablaron un poco de inmigración. La secretaria dio detalles a Espinosa sobre la reforma" de las leyes respectivas, afirmó el vocero del Departamento de Estado, Sean McCormack, después de la "breve" reunión de 30 minutos que ambas mantuvieron.
"Hablaron un poco de la frontera y de la importancia de cooperar para controlar el flujo de drogas y algo de la violencia que estalló en torno al flujo de drogas", añadió el vocero.
Por otra parte, la propuesta legislativa fue recibida con expresiones de escepticismo y cautela por indocumentados mexicanos en varias ciudades de Estados Unidos, quienes también demostraron poco conocimiento de la misma.