Balance de la jornada
Ojitos Meza, máximo ganador
Ampliar la imagen Blanco, marcado por Fausto Pinto en la final jugada ayer en el estadio Hidalgo Foto: Ap
Pachuca impuso la lógica. El superlíder, el equipo dirigido por Enrique Meza, hizo valer su mejor estrategia y se adueñó del título Clausura 2007, logro con el que empató en cinco cetros al Toluca y ahora ambos son los máximos ganadores en la historia de torneos cortos.
El dato a resaltar es que para la gloria de ambos clubes tuvo que ver el Ojitos Meza; con Diablos aportó tres títulos, mientras que hoy tiene a los Tuzos trepados en el olimpo con los trofeos de la Copa Sudamericana, de la Concacaf, hoy el de liga y va por la Recopa.
América luchó con fiereza, apretó marcas y corrió la milla, pero el ímpetu no bastó, a pesar de que Cuauhtémoc Blanco fue punta de lanza con sus goles en los dos partidos. Es una lástima ver sucumbir a uno de los equipos grandes en dos torneos. Sacrificó en vano la Copa Libertadores y finalmente se quedó con las manos vacías. ¿Hará por fin algo la FMF con sus calendarios?
Se va simplemente el mejor jugador, Blanco. Hay una certeza: en Estados Unidos será un éxito taquillero, como lo dejó entrever su tumultuosa presentación con el Chicago Fire. Sin embargo, la gran duda es sobre su resistencia física en un futbol de más fuerza que técnica, donde encima tendrá el fantasma de las lesiones que le impidió triunfar en España.
La agravante es su edad, 34 años, y su carácter tempestuoso que ha ido apaciguando el tiempo y los reveses. Para nadie es un secreto que sus anteriores salidas del América, rumbo a Necaxa y Veracruz, fueron consecuencia de su conducta. En su momento lo dejaron en claro Javier Pérez Teuffer y el mismo Rafael Herrerías.
Las lesiones han sido una constante en la carrera del Cuau, ha sufrido una operación en la rodilla derecha y un esguince en la izquierda; últimamente el tobillo izquierdo le provocó ausencias en la cancha. No obstante, la oferta de 2 millones de dólares al año no dejó lugar a dudas, su lugar está en Chicago, la segunda ciudad estadunidense con mayor afición mexicana.
Lo preocupante para los americanistas es que, en efecto, no hay en puerta alguien que dé indicios de llenar el enorme hueco. La figura de Juan Carlos Mosqueda se desinfla al punto de que ha perdido la titularidad. En cuanto a la selección nacional, quizá algunos empiecen a comprender la necedad de Hugo Sánchez por atraer a Nery Castillo.
Puebla está de regreso en el máximo circuito y quedó en evidencia la mano de Emilio Maurer, un dolor de cabeza para los federativos como Decio de María, quien puntilloso aseguró que el ex titular de la FMF no es directivo. Empero, basta recordar la cara de satisfacción con que Maurer paseó el sábado sobre la cancha del estadio Cuauhtémoc para comprender su injerencia real.
Y si en su momento el también político fue declarado persona non grata, el virtual dueño del Puebla, Francisco Bernat, estuvo a punto de superarlo, con un historial que incluye amenazas a punta de pistola hacia sus jugadores para hacerlos firmar documentos y contratos, abundaron los adeudos y pleitos con jugadores y técnicos.
Pero el más grave incidente, en octubre de 2004, le costó a Bernat un año de suspensión por haber bajado al vestidor de los árbitros e intentar agredir a Manuel Glower y sus auxiliares. El retorno obliga a mesura y sensatez.
Cruz Azul echó a andar una campaña publicitaria en la que intenta remozar su deteriorado prestigio, pero, lejos de conseguirlo, suscita contrariedad, pues insiste en que la alineación de Salvador Carmona en el juego de semifinales contra Pachuca no fue "incorrecta"; no obstante, retiró el amparo tramitado ante autoridades civiles.
Los hermanos Alvarez Cuevas dan tumbos a partir del escándalo de la rescisión de contratos de marzo de 2003, algo que para nada gustó en FIFA. Crece el rumor de que esta vez sí actuará el órgano que dirige Joseph Blatter contra el club y hasta contra el futbol mexicano por el pésimo manejo del caso Carmona.