Acusan a González Sada de favorecer a un fondo de inversión
Pederastia bursátil en Cydsa; extraño plan ''desaparece'' 370 mdd de accionistas
Monterrey, NL, 28 de mayo. Accionistas minoritarios de Grupo Celulosa y Derivados (Cydsa) acusaron a los controladores de la compañía, encabezados por Tomás González Sada y su consejo de administración, de ''pederastia bursátil'', y demandaron ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) que se investigue a fondo el ''extraño'' plan de restructura (del 21 de agosto del 2004), que favoreció al fondo de inversión Fintech Advisory a costa de la sociedad y los socios minoritarios, ya que se entregó el control de un grupo que valía 450 millones de dólares, a cambio de 35 millones de dólares.
En un escrito enviado al presidente Felipe Calderón; al secretario de Hacienda, Agustín Carstens; al gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz; a Guillermo Prieto Treviño, presidente de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), y al presidente de la CNBV, Roberto del Cueto Legaspi, los accionistas representados por Alejandro Treviño demandaron a la comisión revertir la operación que ''desapareció'' 370 millones de dólares a los accionistas, y haga lo conducente para que se sancione administrativa o penalmente a los responsables.
Expusieron que el accionista de control y director general de Celulosa y Derivados, Tomás González Sada, ''misteriosa, bondadosa y arbitrariamente, ofreció y entregó 60 por ciento del capital de Cydsa a los tenedores de bonos chatarra no convertibles en acciones, a un precio ridículo, sin bases financieras, base contable o moral congruente''.
Dicha operación, añadieron, fue en perjuicio de los socios minoritarios y de la imagen de la bolsa, pues la valuación del Grupo Cydsa, aceptada por los bancos, era superior a 450 millones de dólares, mientras sus activos excedían los 700 millones.
Señalaron que González Sada al no abstenerse de votar y proponer esa transacción, aceptada con beneplácito por Fintech, se confabuló para inducir una multimillonaria transferencia de riqueza hacia el fondo de inversión.
Denunciaron que González Sada les presentó como única opción el plan de restructura con Fintech, cuando había esquemas más convenientes, como la venta de activos inmobiliarios, asociaciones estratégicas para hacerse de efectivo, la recompra de deuda a precio de mercado, o una nueva emisión de acciones a una o dos veces su valor en libros, para así cubrir los 22.5 millones de dólares de intereses vencidos.
Por ello, estimaron, no era necesario entregar capital y menos el control de un grupo valuado en 450 millones de dólares a cambio de 35 millones, pero ''todo se negoció en lo oscurito, pasando por encima de los socios, obedeciendo extraña y exclusivamente a los intereses de Fintech, pues González Sada simuló la creación de un fondo de recompra de acciones que nunca se hizo efectivo''.