Usted está aquí: martes 29 de mayo de 2007 Economist Intelligence Unit La industria de los biocombustibles coquetea con los inversionistas

ENERGIAS ALTERNATIVAS

ENERGIAS ALTERNATIVAS

La industria de los biocombustibles coquetea con los inversionistas

Ampliar la imagen El secretario filipino de Energía, Raphael Lotilla, enseña muestras de biodiesel delante de tanques de premezclado durante la inspección a una productora del combustible en Manila, a principios de mes El secretario filipino de Energía, Raphael Lotilla, enseña muestras de biodiesel delante de tanques de premezclado durante la inspección a una productora del combustible en Manila, a principios de mes Foto: Reuters

Cada vez más productores latinoamericanos de cereales, oleaginosas y azúcar se suben al tren de los biocombustibles y cortejan a los inversionistas privados para que financien nuevas empresas de etanol y biodiesel.

Brasil necesitará alrededor de 4 mil millones de dólares para triplicar su producción de etanol de caña de azúcar para 2020. Ese país produce casi la mitad del etanol del mundo y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) le otorgó un financiamiento de más de 2 mil 500 millones de dólares para ayudarle a alcanzar sus metas.

Las instituciones multilaterales de crédito, como el BID y la Corporación Andina de Fomento, están interesadas en respaldar proyectos pequeños para asegurar que las ganancias se queden en las comunidades de origen y promuevan su desarrollo. Sin embargo, muchos proyectos prometedores están buscando otras fuentes de subvención.

César Báez, director de Centinela, firma que administra inversiones no tradicionales, espera reunir en un año 400 millones de dólares entre empresas de capital privado, a fin de integrar en Argentina un fondo que financiará proyectos en ese país y en Uruguay, Paraguay y Bolivia. Dos grupos privados argentinos han aportado 100 millones de dólares y esperan invertir 57 millones de dólares en una planta para producir biodiesel a partir de aceite vegetal.

"El reto es financiar estos proyectos en el extranjero. Existe un riesgo adicional", dijo Báez en una conferencia sobre biocombustibles.

Esto significa que los inversionistas buscan en las empresas de América Latina ganancias más altas que aquellas que podrían obtener en proyectos en Estados Unidos. Báez destacó que la región tiene suficientes materias primas para producir los combustibles que, según los analistas, ayudarán a satisfacer la creciente demanda de energéticos a medida que disminuya la producción de hidrocarburos fósiles.

Desde la perspectiva de los grandes fondos de pensiones que invierten en bienes raíces, los proyectos de producción de biocombustibles parecen haber llegado demasiado lejos, comentó Shannon Robertson, directora del grupo de consultores inmobiliarios Jones Lang LaSalle. Sin embargo, los inversionitas "oportunistas", con menos capital y en busca de ganancias rápidas, han estado analizando minuciosamente el potencial de estas alternativas.

Además, existe gran margen de maniobra para los mercados locales de capital. Greenlife International, compañía de San Francisco que invirtió 50 millones de dólares para construir una planta de biodiesel en el sur de Buenos Aires, planea obtener liquidez mediante la colocación de acciones en el mercado bursátil de Argentina.

La mayoría de los grandes proyectos en ese país sudamericano han sido financiados por productoras nacionales o multinacionales de granos y aceites, como Vicentin y Bunge.

Sin embargo, seguramente habrá nuevas oportunidades: el gobierno calcula que para 2010 se necesitarán 300 millones de dólares sólo para producir suficiente biodiesel y etanol, los cuales se mezclarán con gasolina y diesel en las estaciones de servicio a fin de satisfacer la demanda. Se prevé que se necesitará una inversión cuatro veces mayor para producir biocombustibles de exportación. "Creo que necesitamos trabajar más para acceder a los mercados nacionales e internacionales de capital y obtener apalancamiento con diversos prestamistas", expresó Beatriz Nofal, presidenta de la Agencia para el Desarrollo de las Inversiones.

Sólo el tiempo dirá si las ganancias de los biocombustibles son suficientemente buenas para atraer capitales privados a gran escala. "Esa es la pregunta de los 64 mil dólares -señala Báez-, pero mucha gente inteligente está apostando al hecho de que esto es real y puede producir dinero."

EIU

 
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