Para este año se prevén cinco meteoros en la zona; al menos cinco serían intensos

Erosión y huracanes amenazan comunidad costera de Tabasco

En 10 años se han perdido 30 metros de playa

Posibles afectados demandan reubicación

RENE ALBERTO LOPEZ

Cardenas, Tab., 28 de mayo. Sánchez Magallanes, pueblo de pescadores ubicado a orillas del Golfo de México, ha perdido más de 30 metros de playa durante los diez años recientes debido a la erosión marina, que también ha derruido casas y escuelas.

El temor de la población se ha agravado a raíz de un reporte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la cual pronosticó que este año llegarán a la zona nueve huracanes, cinco de ellos intensos, con vientos de 178 a 250 kilómetros por hora.

Al menos 25 familias avecindadas a orillas del mar pidieron ser reubicadas. ''Ojalá intervenga el gobierno y nos reubiquen, porque sí estamos preocupadas'', afirmaron Ricarda Flores Ulloa y María Luisa Magaña Pérez, quienes dijeron temer que las aguas del océano Atlántico ''se traguen'' sus casas, único patrimonio.

El también lugareño Antonio Alejandro Jiménez asegura que ''el problema es tan serio que el gobierno del estado ya hasta mandó construir escolleras''.

Jiménez se refiere a los trabajos que la Secretaría de Asentamientos y Obras Públicas estatal realiza desde agosto pasado, a través de la empresa Control de Erosión, que actualmente instala diques unos 300 metros mar adentro, a lo largo de 2.5 kilómetros, para que ''las olas pierdan energía y se puedan recuperar las playas''.

Sánchez Magallanes es una población de unos 15 mil habitantes, ubicada en la costa del municipio de Cárdenas, a 150 kilómetros de Villahermosa, capital de Tabasco. Las aguas del Golfo de México rodean la localidad por un extremo, y del otro está la Laguna del Carmen, cuyas corrientes se unen en un lugar llamado La Punta.

En este sitio se ubica la parte más angosta del poblado, donde sólo unos cien metros de tierra firme separan el mar de la laguna. Aquí la principal actividad es la pesca ostrícola, que ha ido en decadencia en los últimos 20 años. Habitantes de Sánchez Magallanes, que antes se llamaba Barra de Santa, aseguran que la Internacional Sonora Santanera tomó su nombre de este lugar.

El delegado municipal Martín Córdoba Márquez dijo que las viviendas de unas 25 familias están en ''alto riesgo'' de ser devastadas por las olas. A los pobladores, agregó, también les preocupan los posibles efectos del aumento del nivel del mar a causa del cambio climático.

''Temen que sus casas corran la misma suerte de una escuela y otras cinco construcciones que fueron arrasadas por las olas. Las familias afectadas han levantado con dificultad otras casas de madera, porque no tienen para más'', comentó.

A orillas del mar quedan restos de la escuela primaria Venustiano Carranza, devastada hace siete años por el golpeteo del mar. El baño del plantel quedó sumergido.

Los habitantes aseguran que el 5 de marzo se percataron de que ''la marea está subiendo más de lo acostumbrado'' y que por las noches llega al pie de sus casas.

De lo que era la casa del pescador Fredy Alejandro Candelero sólo queda parte de los cimientos. Recordó que en marzo ''un día el mar de plano se llevó mi casa''. Su padre, Antonio Alejandro Jiménez, de 62 años, cuya vivienda sigue en pie, narró que quienes viven a la orilla de la playa construyeron sus casas hace más de 20 años a más de 30 metros del mar, pero las aguas marinas han ganado terreno hasta convertirse en una amenaza.

El tema de la erosión de las costas genera opiniones encontradas. Unos culpan a la actividad petrolera; otros consideran que la causa son los huracanes o que se han conjugado ambos factores.

Alejandro Jiménez consideró que el problema de la erosión empezó en 1995, cuando, entre la última semana de septiembre y la primera quincena de octubre de ese año, la zona recibió los huracanes Opal y Roxana. Después, en 2003, la tormenta tropical Larry tocó tierra en esta región y devastó viviendas.

El delegado municipal Córdoba Márquez atribuyó el problema a Petróleos Mexicanos. ''La paraestatal dragó y abrió en la bocana un boquete de 50 metros para meter sus equipos de trabajo; el agujero ahora tiene una longitud de 500 metros. Esta situación provocó oleajes más fuertes y problemas de salinidad, que afectaron al sistema lagunar'', sostuvo.

La Conagua, sección Tabasco, anunció que la temporada de huracanes entrará en el Golfo de México, el Océano Atlántico y el mar Caribe el primero de junio. Para esta región se pronostican nueve huracanes, entre ellos cinco considerados intensos, de las categorías 3, 4 y 5 en la escala Saffir-Simpson, con vientos de 178 a 250 kilómetros por hora. Se esperan además ocho tormentas tropicales.

-¿Cómo percibe a la población ante estos anuncios de huracanes y el posible aumento del nivel del mar? -se le preguntó al delegado municipal de Sánchez Magallanes.

-La inquietud ha aumentado con las noticias que escuchan los habitantes a través de la radio y la televisión respecto al cambio climático y la entrada de huracanes más fuertes -respondió Córdoba.

''Estamos pasando una situación difícil, porque hay gente que perdió sus casas y la delegación municipal no tiene recursos para reubicarlas. Sería bueno que el gobierno federal o el gobierno del estado tomaran cartas en el asunto y se apoyara a estas familias reubicándolas, pues no tienen a dónde ir'', abundó.

Germán Méndez Valenzuela, ingeniero encargado de los diques, explicó que la obra lleva un avance de 80 por ciento y calcula que se concluirá a finales de junio. ''El dique es para que tropiecen las olas, depositen arena y pierdan energía al llegar a la orilla. Con la realización de este trabajo esperamos que en unos dos años se vean los resultados. Se van a recuperar las playas, que antes, según algunos pobladores, tenían unos 80 metros", señaló.