Así se evitará derrumbe del sistema político: Valdés
Llama líder revolucionario cubano a robustecer la economía interna
La Habana, 29 de mayo. El comandante Ramiro Valdés, líder histórico de la revolución de 1959, pidió fortalecer la economía interna y atender con mayor eficiencia los problemas sociales y el nivel de vida de la población, para evitar que el sistema político de Cuba se derrumbe.
"Fortalecernos internamente en la economía, en los dominios de la ciencia y la tecnología, en la conducción de los problemas sociales y la calidad de vida de nuestro pueblo, son tareas a las que tenemos que volcarnos con eficiencia creciente, si queremos que la revolución y el socialismo cubano sean realmente irreversibles, como esperan Fidel y Raúl (Castro)", expresó Valdés en un discurso.
Valdés, de 75 años, es uno de los tres veteranos que conserva el rango simbólico de comandante de la revolución. Unido a los hermanos Castro desde 1953, fundó los actuales servicios cubanos de inteligencia y seguridad, es integrante del Comité Central del Partido Comunista, vicepresidente del Consejo de Estado y ministro de la Informática y las Comunicaciones.
De muy escasas apariciones públicas, Valdés fue el lunes el orador principal en una ceremonia en la que se conmemoró el cincuentenario de un decisivo combate de la guerrilla encabezada por Fidel Castro en la Sierra Maestra.
"Nos enfrentamos a situaciones complejas que no podemos en modo alguno subestimar", señaló Valdés. "Una situación prolongada de crisis como la que estamos enfrentando no sólo deja su huella en las carencias materiales acumuladas, sino también en la moral y en los valores de la sociedad", señaló al aludir el impacto del colapso económico de los 90, luego del hundimiento de la Unión Soviética.
En forma desacostumbrada, el orador se refirió a una "crisis", en lugar de "periodo especial", como habitualmente se llama en el lenguaje oficial a la depresión de la década pasada.
"Es más duro restablecer que construir", dijo Valdés. "La lucha por el orden y la disciplina, por los valores del trabajo y por los valores de lo que cada cual es y no de lo que cada cual tiene, es quizá la prioridad más alta que hoy tenemos los revolucionarios", añadió en alusiones a la caída en el nivel de vida, el desinterés en el trabajo formal y la desigualdad social, fenómenos heredados de la crisis.
Al vincular las salidas con la vigencia del sistema político y social, Valdés remitió tácitamente su argumento al discurso de Fidel Castro del 17 de noviembre de 2005, en el cual el mandatario, ahora convaleciente, advirtió que el socialismo en la isla podía derrumbarse por acción u omisión de los propios cubanos.
Valdés subrayó que las soluciones implican un esfuerzo nacional. No se puede "plantear que hay alguien a quien pueda confiársele las tareas que nosotros, y todos nosotros, debemos resolver. Ese y no otro es el mensaje que tiene que llegar desde aquí a todos los militantes, a todos los trabajadores, a todos los jóvenes, a todo el pueblo cubano".
El discurso de Valdés coincide con versiones de que el gobierno que encabeza interinamente Raúl Castro desde hace 10 meses, tras la crisis de salud de Fidel Castro, está intensificando en detalle su estudio de la planta productiva, para encontrar alternativas de eficiencia a corto plazo.