Deja a un lado los temas centrales y únicamente establece lineamientos generales
Dedica el gobierno sólo 4 líneas del PND al cambio climático
Es una burla, afirma Iván Restrepo; justifica el Estado que todo es causa de efectos globales, dice
La importancia que da el gobierno federal al cambio climático se resume en cuatro líneas que le dedica en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) -de acuerdo con el documento preliminar-, en el cual sólo hace referencia a la necesidad de utilizar energías renovables y a reducir emisiones contaminantes de acuerdo con el Protocolo de Kyoto.
Del tema de cambio climático quedaron a un lado los rubros de mitigación, adaptación y vulnerabilidad, que son los aspectos centrales de esta problemática y que los científicos han enumerado en diversas ocasiones.
En el documento previo en materia ambiental sólo se establecen lineamientos generales para el agua, donde se plantea incrementar la cobertura del servicio; sobre el capital natural propone detener el deterioro de las zonas forestales y combatir la tala ilegal; de ecoturismo, únicamente plantea su fomento, y de residuos, se anuncia la promoción de tecnologías limpias y el reforzamiento de su manejo adecuado. No se hace ninguna mención sobre la justicia ambiental o el tráfico de especies, y en el texto se toca superficialmente la conservación de la biodiversidad.
En el capítulo cuatro del PND, denominado Sustentabilidad am-biental, se presenta un diagnóstico que hace referencia a que
la mayoría de los problemas ambientales del país se deben a un concepto nuevo: "los efectos globales del deterioro ambiental". Aquí se incluyen sequía, incremento de incendios, desaparición de ecosistemas forestales del territorio nacional, extinción de especies silvestres, disminución de zonas aptas para la producción primaria de alimentos y modificación de ecosistemas costeros.
En respuesta a estos planteamientos del PND, Iván Restrepo, colaborador de La Jornada, sostuvo que el origen de los problemas ambientales son la pobreza en que vive la mayor parte de la población campesina, precisamente donde se encuentra la inmensa mayoría de la riqueza natural del país; así como la falta de programas para apoyar las acciones en favor del medio ambiente, evitar el deterioro y la contaminación, así como la falta de evaluación de los planes nacionales "en los que todo se promete, pero nadie vigila que los compromisos se hagan realidad".
Sumado a todo ello, agregó, existe la corrupción, manifiesta especialmente en las áreas costeras y en las forestales; existe una falta de incentivos fiscales para transformar al país, actualmente depredador de recursos, en uno de desarrollo sostenible; asimismo, "se mantiene el reinado de los políticos en detrimento de los científicos y los técnicos".
Señaló que frente al grave problema que representa el cambio climático y del anuncio realizado hace una semana de la estrategia nacional contra ese fenómeno ambiental, lo que se dedicó en el PND a este tema "es una burla", y se preguntó: "¿Quién cierra la puerta de los desatinos con esta novedosa definición" de que todo es causa de "los efectos globales del deterioro ambiental?"
En las líneas donde el texto se refiere a deforestación, indica que "uno de los principales factores de preocupación es la degradación del suelo", pero no menciona la pérdida de especies de flora y fauna como consecuencia de ese problema, ni las secuelas en la recarga de agua por la pérdida de bosques.
En relación con el agua, indica que "ha pasado de ser un factor que promueve el desarrollo a un factor limitante", y señala que "83 por ciento de los cuerpos de agua superficial monitoreados muestran una calidad entre aceptable y excelente", pero omite hacer mención de los ríos contaminados, como el Lerma y su cuenca, de donde se abastece del líquido a la población del centro del país.
Respecto de la contaminación ambiental, sólo dice que "requiere una atención especial" y que durante la década anterior se observó una tendencia hacia la disminución de las concentraciones en la atmósfera, aunque todos los días se rebasan las normas de ozono y partículas suspendidas en las principales ciudades.
Puntualiza que cada año se generan 34 millones de toneladas de residuos sólidos municipales y alrededor de 6 millones de toneladas de desechos peligrosos. En la parte del documento donde menciona los problemas ambientales de las zonas costeras, menciona "ciertas actividades productivas" y no hace referencia al turismo, señalado por organizaciones ambientalistas como el principal depredador de los humedales.