Advertencia en un análisis del Colegio de la Frontera Norte
Prevén escasez de combustibles por deterioro en refinerías y distribución
Por el "avanzado deterioro de la infraestructura de refinación y distribución de combustibles" que hay en México, las tendencias muestran que la importación de gasolina va a aumentar y hasta se esperan periodos de escasez del combustible, especialmente en las zonas de mayor demanda, como el centro del país, el noroeste, el Bajío y Yucatán, se advierte en un análisis difundido por el Colegio de la Frontera Norte (Colef).
En México se consumen 150 millones de litros de gasolina por día, pero 15 por ciento debe importarse y la situación puede agravarse porque está en riesgo la viabilidad de Pemex-Refinación, precisa el estudio titulado Las pérdidas en el mercado de la gasolina y los bionergéticos en México, cuyo autor, Alejandro Díaz-Bautista, es profesor investigador de Economía del Colef.
"La falta de insumos y de contratación de servicios para mantenimiento en refinerías y sistemas de suministro significa reducir el proceso de crudo, con pérdidas de 10 mil millones de pesos. Además, implica que la Secretaría de Hacienda erogue más de 30 mil millones de pesos por concepto de importación de gasolinas y diesel que se dejarán de producir, con una posible afectación a los precios del mercado de referencia", sentenció.
Por otro lado, el especialista hizo notar las pérdidas económicas que registra el mercado de la gasolina en la frontera norte al señalar que pese a que desde el año 2002 el gobierno de Vicente Fox decidió homologar los precios de la Magna Sin con su similar de Estados Unidos para incrementar los volúmenes de venta del lado mexicano, "al inicio de la presidencia de Felipe calderón Hinojosa, el diferencial de precios entre ambos lados de la frontera continúa".
Calculó que tan sólo entre 1997 y 2001, México perdió 540 millones de pesos por año por la caída en las ventas de las gasolineras de las ciudades fronterizas de Tijuana, Mexicali, Nogales, San Luis Río Colorado, Ciudad Juárez, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, debido a que la gente prefería comprarla en Estados Unidos porque resultaba más barata.
Pero con la homologación, la gasolina se vende más barata del lado mexicano, aún cuando en Estados Unidos ha subido el precio del combustible a récords históricos a pesar de que el precio del crudo ha bajado hasta ocho dólares por barril en el último año.
Sin embargo, la homologación establece que si baja el precio de la gasolina en Estados Unidos, también debe bajar en el lado mexicano, pero si aumenta allá sólo debe incrementarse en México hasta cierto tope establecido.
Según Díaz-Bautista, si el precio de la gasolina en las ciudades fronterizas se mantiene por arriba del precio fijado en Estados Unidos "se desestimula el desarrollo comercial de la región, lo que va en perjuicio de la economía local y nacional".