Hay fallas en obras, elevados cobros por consultas y malversación de recursos

Detectan irregularidades en casi todas las áreas del INER

Médico que trabajó en la institución rechaza acusaciones del director Fernando Cano

ROSA ELVIRA VARGAS

El ambiente de inconformidad y protestas anunciadas hicieron que por vez primera en casi una década el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) no fuera sede del Día Mundial sin Fumar y la ceremonia fuera cambiada de manera precipitada a las instalaciones centrales de la Secretaría de Salud (Ssa).

Y es que las denuncias sobre mala conducción existen prácticamente en todas las áreas de la institución. Destaca la referente a la interrupción de los trabajos en la edificación de las nuevas instalaciones del área de neumopediatría, a raíz de las "presuntas irregularidades" detectadas tanto a la empresa constructora como en la obra por el encargado de la Dirección de Administración, Ricardo Reséndiz Juárez, quien incluso por esa razón dimitió al cargo.

De acuerdo con informes documentados por La Jornada, el caso de neumopediatría se suma a varias investigaciones que están en curso y a cargo del órgano interno de control (OIC), el cual ha recibido también denuncias ciudadanas sobre algunos servicios que presta el INER, específicamente en el área de urgencias.

De acuerdo con testimonios recabados, ingresar al INER por esa área significa, más allá de lo que pudieran reportar los estudios socioeconómicos elaborados a cada paciente, ser clasificado dentro de los sectores de más altos ingresos y, por tanto, quedar obligado a pagar las elevadísimas cuotas que prácticamente en todos los servicios se aplican desde el pasado 21 de mayo.

En efecto, una comparación rápida de las cuotas que aplicaba el INER en 2005 y las autorizadas por la Secretaría de Hacienda -pero a propuesta original de la Junta de Gobierno del instituto y evaluación previa del Patrimonio de la Beneficencia Pública- revela incrementos que en poco difieren de los que cobra la medicina privada. Tómese el caso de que, cualquier que sea el nivel socioeconómico del paciente, el paquete de "habitación privada" cuesta 4 mil 115 pesos diarios.

También hay investigaciones sobre el desvío de recursos del programa de atención a pacientes con VIH, en el que están sin justificar 3.2 millones de pesos.

El OIC revisa también la compra excesiva de vales de despensa por casi medio millón de pesos.

Esa contraloría también mantiene en análisis el caso del área de medicina nuclear, que tiene más de cinco meses sin funcionar, debido a la suspensión de la licencia correspondiente por la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS). También se indagan las irregularidades, incluidos los datos aportados sobre su perfil profesional, del ex responsable de esa área, Eduardo Larrea y Richerand.

A raíz de la evidencia presentada por La Jornada (31/05/07) sobre la situación que guarda ese servicio en el INER, el director general, Fernando Cano Valle, radicó toda responsabilidad en la sanción impuesta por la CNSNS al doctor José Manuel Alvarez Zavaleta, a quien identificó como "jefe de la unidad de medicina nuclear'', a pesar de que el especialista dejó ese encargo en 2001 y sólo se desempeñaba como encargado de seguridad radiológica (ESG), sin que formalmente se le hubiera dado tal nombramiento.

Asimismo, sugirió que Alvarez Zavaleta es responsable de la "inexplicable" y frecuente descompostura de una gammacámara, pese a que según el señalado "eso se debió a las constantes variaciones de voltaje que no sólo sufre el INER, sino toda la zona donde su ubica el instituto. Ello provocó que en dos ocasiones se quemara una de las tarjetas del equipo Elscint, y de ello ha presentado informes la compañía General Electric (GE) a las áreas respectivas''.

Aún más: en un oficio dirigido al hoy despedido Alvarez Zavaleta, el jefe del departamento de relaciones laborales, Alfredo Martínez Rodríguez, al insistir en culparlo de la suspensión de la licencia de operación al área de medicina nuclear, también le espeta que él tendría que haber avisado a la CNSNS que se harían adecuaciones físicas para la instalación de "nuevo equipo", que no es otro que el Symbia T2, de Siemens.

Pero en sus recientes declaraciones a propósito de este problema, Cano Valle apuntó que "la colocación de esa nueva tecnología ha requerido efectuar obras que tiene a su cargo la propia empresa vendedora".

Por cierto, el funcionario insistió el jueves en que el tomógrafo de alta especificidad conocido como Spect será el primero que se pondrá en marcha en América Latina.

"Qué bueno que el doctor Cano Valle admite que quien está a cargo del equipo Symbia T2 es ésta y no yo. Pero también quiero informarle que en el más reciente congreso sobre medicina nuclear se presentaron estudios del primer equipo de ese tipo en México -producido por GE-, que se encuentra en el Hospital Central Militar.