Lula cuestiona a EU: si ya existe el Protocolo de Kyoto, por qué no lo cumplen
Polémica en Europa por plan de Bush sobre el medio ambiente
Ecologistas califican de engaño la iniciativa: busca desviar la atención de la cumbre del G-8
Ampliar la imagen Un grupo ambientalista alemán llamado BUND sostiene un globo terráqueo que se derrite como señal de protesta por la emisión de gases de efecto invernadero y las consecuencias sobre el calentamiento global, cerca del lugar donde se reunirán los líderes del G-8 Foto: Reuters
Washington, Londres, Tokio, 1° de junio. La iniciativa climática del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, causó tanto aprobación como escepticismo e inclusive rechazo en la comunidad internacional.
"Desde luego, Estados Unidos, como mayor emisor de sustancias dañinas, tiene una responsabilidad especial. Está claro que necesitamos una posición más ambiciosa", dijo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, citado hoy por el diario Financial Times Deutschland."
"Con razón, Estados Unidos pone un fuerte acento en los mecanismos de mercado en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, los mecanismos de mercado sólo funcionan cuando hay objetivos vinculantes", recalcó Barroso, que defendió la necesidad de lograr compromisos concretos sobre la protección del clima en la próxima cumbre del G-8 en Heiligendamm, Alemania.
Muy similar fue la opinión de la canciller alemana y presidenta en turno del G-8, Angela Merkel, cuyo objetivo es empujar a Bush a hacer más concesiones antes de la celebración de la cumbre, que tendrá lugar del 6 al 8 de junio.
No obstante, calificó la iniciativa de "paso importante" y se mostró partidaria de que los avances en materia medioambiental se hagan sobre la base de un acuerdo internacional auspiciado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), aunque según informaciones de Dpa, hoy intentará mantener una conversación telefónica con Bush.
Según fuentes gubernamentales, Merkel intentará que al término de la cumbre de Heiligendamm se emita una declaración conjunta en la que se especifiquen los objetivos concretos e internacionales para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, y se prevé que vuelva a insistir en la necesidad de convenios internacionales respaldados por la ONU.
El secretario ejecutivo de la Convención de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Yvo de Boer, consideró en cambio "muy positivo" el plan de Bush para frenar el cambio climático. "Creo que el gobierno de Estados Unidos ha aportado energía al debate y es bueno que ese país quiera llevar el liderazgo", dijo De Boer en la ciudad alemana de Bonn.
Por su parte, el primer ministro británico saliente, Tony Blair, elogió la iniciativa de Bush, calificándola de "gigantesco paso adelante".
La propuesta de Japón
También el gobierno japonés acogió positivamente la iniciativa de Bush. El primer ministro nipón, Shinzo Abe, señaló a periodistas que en su opinión ahora también Estados Unidos finalmente se ocupa seriamente del problema del calentamiento global. Tokio celebra especialmente la decisión de Washington de jugar un papel activo en la futura discusión sobre un marco para el tema, señaló un representante gubernamental.
Durante la cumbre de G-8. Abe quiere presentar una propuesta propia para reducir a la mitad los gases del efecto invernadero de los niveles actuales hasta el año 2050. Para ello, intentará obtener la colaboración de Estados Unidos, China e India, añadió.
Sin embargo, ecologistas australianos calificaron el plan de Bush de mera táctica para no tener que hacer concesiones en la cumbre del G-8. También las organizaciones defensoras del medio ambiente en Estados Unidos consideraron engañosa la iniciativa: Bush intenta "desviar la atención para luego negarse en la cumbre del G-8 a aceptar los niveles de reducción de gases de efecto invernadero", dijo a Dpa el presidente de la asociación independiente Nacional Environment Trust, Philipp Clapp.
En Sao Paulo, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, calificó este viernes de "voluntarista" (sólo la cumplirá quien quiera) la propuesta climática para la reducción de emisiones de gases con efecto invernadero, formulada por su colega estadunidense, George W. Bush.
Lula agregó: "si ya tenemos el Protocolo de Kyoto, ¿por qué inventar otra propuesta y no cumplir lo que está determinado? Si un país no es capaz de cumplir el resultado de una convención internacional que determinó orientaciones y directivas, no será de forma voluntaria que ese país cambiará".
"Brasil, no acepta que se intente echar sobre las espaldas de los países en desarrollo los males que los países industrializados causaron", destacó Lula.
Insistió que "los países en desarrollo necesitan continuar creciendo (...), por eso soy un fanático de los biocombustibles, porque es una chance de forestar el mundo y limpiar el carbono".