Rinden hoy homenaje de cuerpo presente al maestro en el Palacio de Bellas Artes
Murió Juan José Gurrola, irreverente renovador del teatro mexicano
Se despidió tranquilo, lindo y amoroso, dijeron su viuda Rosa Newton y su hija Edwarda
Presentarán en el Distrito Federal la exposición que abarca 50 años de su trayectoria artística
Ampliar la imagen El director, actor y dramaturgo Juan José Gurrola, con los actores Nicola Núñez, Tina French y Héctor Mendoza en una imagen de 2003 Foto: Marco Peláez
Como el Carmelo de Silverio Pérez, que desde el cielo se asomaba a verlo torear, la mañana de este sábado el director, actor y dramaturgo Juan José Gurrola mirará desde una nube su propio homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes.
Eso lo saben Rosa y Edwarda Gurrola, la viuda e hija del siempre irreverente y transfronterizo explorador de otras artes, como la pintura, el cine y la arquitectura, quien falleció la madrugada del viernes a causa de un padecimiento hepático.
En esa nube, o en cualquier otro lugar al que desee ir en su nueva vida, pues ''el niño terrible del teatro" siempre hacía lo que le venía en gana, esperará el momento de partida de Rosa para que las cenizas de ambos se mezclen como en un coctel y sean esparcidas en el río Papaloapan, en Tlacotalpan.
Como Gurrola nunca dejó de ser Gurrola, en los últimos momentos, por ejemplo, le encargó mucho a sus familiares que le informaran a las autoridades de la Facultad de Arquitectura de la UNAM que todos sus alumnos de espacios escénicos estaban aprobados.
Estaba tranquilo, lindo, amoroso, dijeron Rosa y Edwarda. ''Se despidió de mí porque ya intuía el final", compartió la ahora viuda, y recordó que, junto con Raúl Falcó, trabajaba en la codirección de la puesta en escena de Pregúntenle al conejo, que deberá estrenarse en fecha aún no determinada.
Se fue en paz y contento, compartió Edwarda Gurrola, y la actriz, que fue dirigida por su padre, por ejemplo, en Hamlet, recordó que éste les pidió que festejaran por él en su muerte. Dijo que seguirán haciendo teatro como él lo hubiera querido, y compartió, en el más auténtico tono gurrolesco, el mejor y el peor ejemplo que le dio:
De un lado, su entereza, honestidad y coherencia. Del otro, ''y de la mejor manera", sus excesos, forma de vida y ganas de estar siempre ''alebrestando a todo mundo" y haciendo conciencia. ''El decía que yo era su clon, y eso tiene sus ventajas y desventajas, pero son mucho más las ventajas".
Dijo que el monólogo Simplemente complicado, de Thomas Bernhard, con la actuación de Mauricio Davison, que se puso en San Miguel de Allende durante el homenaje que le rindieron hace apenas tres semanas, se montará por primera vez en la ciudad de México.
También se traerá de esa ciudad guanajuatense al Distrito Federal la exposición Puestas en escena de Juan José Gurrola (1957-2006), un recorrido histórico por la trayectoria del actor, director, traductor y dramaturgo que en este 2007 cumple 50 años en el teatro.
Hechicero, maestro de la libertad
Rosa Newton de Gurrola dijo que el creador entró en crisis desde el 10 de mayo, precisamente durante el Festival de Teatro de San Miguel de Allende, donde se representó Simplemente complicado, la última obra que dirigió.
Cada puesta teatral resultaba en afecciones fuertes, pero él seguía trabajando y decía que se iba a poner bien. Sin embargo, esta vez no se aquilató la gravedad, compartió la esposa del creador.
Gurrola estuvo internado tres días en el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, atendido por los científicos de excelencia que ahí laboran, y falleció a las 2 de la mañana de este viernes.
A la entrada de la funeraria, Ignacio Escárcega, coordinador nacional de Teatro del INBA, dijo que Gurrola puso en entredicho los modelos de creación y adaptación dramatúrgica, de actuación y dirección escénica. Fue ''un hechicero" que con su actitud lúdica renovó el panorama del teatro mexicano, resumió.
Guillermo Santamarina, curador y ex director del X Teresa Arte Actual, comentó que Gurrola fue un artista revelador, pionero del arte sonoro, pintor inaudito y exquisito, y sobre todo, ''un maestro de lo que tiene que ser la libertad". Y recordó una de sus obras, de las más breves en la historia del arte, un performance: llegó al X Teresa, dio un grito y salió del lugar.
Santamarina y Escárcega, como Rosa y Edwarda Gurrola, hablaron a la entrada de la funeraria de General Prim y Versalles, colonia Juárez, cuyos encargados no dejaron entrar a los periodistas para que realizaran su trabajo, como sí sucede en otras agencias.
El espíritu celebratorio en su honor, y que el mismo Gurrola le recomendó a su hija Edwarda, fue inaugurado ayer viernes por el periodista Carlos Martínez Rentería, director de la revista Generación, con una mezcla congruente de pesar, alegría y tequila.
Y con el desempolvamiento del número de su revista que, en el año 2000, fue precursora de los homenajes en vida a Juan José Gurrola, con textos de Juan García Ponce, Juan Vicente Melo y Raúl Falcó.
Además de otros artículos, el ejemplar incluye fotos, dibujos y una excelente entrevista del propio Martínez Rentería a Gurrola, quien desde ayer habita en una nube, o donde a él le venga en gana.
Desde ahí, o desde donde sea, en su nueva vida, Juan José Gurrola se desamodorrará esta mañana y se preparará para disfrutar, en su palco de honor, la celebración en la que será el protagonista de su propio adiós.