Cuando se llenó el graderío y cerraron las puertas el público se brincó las bardas
La fiesta se volvió caos durante la práctica del Tri en el A. Lastras
La asistencia de aficionados superó expectativas de los organizadores y tuvo que intervenir personal de la FMF
Hoy se espera el debut de Nery Castillo en el amistoso contra Irán
San Luis Potosi, SLP 1º de junio. El entrenamiento de la selección mexicana en el estadio Alfonso Lastras parecía una fiesta, pero concluyó en caos y pudo haber tenido un fin trágico con las tribunas pobladas por 20 mil aficionados.
Tras el lleno se cerraron las puertas, mientras afuera era un pulular de gente que desbordó las medidas de seguridad y llegó hasta la cancha, donde hubo golpes, arañazos, corretizas y miedo.
Ajenos a los ánimos caldeados de cientos de fanáticos que corrían hacia el inmueble y se toparon con la entrada cerrada, los tricolores saltaron a la cancha emocionados por el colorido graderío, donde la gente echó porras, cantó y hasta hizo la ola.
Los seleccionados primero dieron la vuelta olímpica para saludar a la afición, que tuvo acceso gratis, como lo había prometido el Pentapichichi.
Se escuchaban a gritos los nombres de Hugo, el Bofo Bautista, Oswaldo Sánchez, Luis Michel, Carlos Salcido y Nery Castillo; éstos saludaban con una sonrisa, besos al aire o la mano en alto.
Empero, la organización y la seguridad comenzaron a flaquear a la hora del calentamiento, pues afuera los desesperados por ver a los jugadores treparon rejas para ingresar al inmueble y emprender la carrera hacia las tribunas para que no los cazaran.
El primer aficionado cayó al terreno de juego y buscó a Oswaldo; después el segundo corrió a abrazar a Hugo y de paso a Bautista, hasta que ingresó el quinto y luego todo un pelotón.
A consecuencia de estas acciones se reportaron casos de personas con hombros dislocados y talones falseados.
El seleccionador, en actitud un tanto apaciguadora, acompañó al primer colado que tuvo a su alcance hacia el túnel de salida, mientras daba oportunidad a los elementos de seguridad para reorganizarse, pero como eran pocos, tuvo que entrar al quite personal de la Federación Mexicana de Futbol (FMF).
Después todo fue desorden, gritos, jalones y mentadas de madre, y en medio de empujones, con algunos jugadores con custodia hasta el vestidor, concluyó la práctica previa al partido contra Irán, donde se espera el debut del goleador del Olimpiakos de Grecia, Nery Castillo.
Ricardo Osorio, del Stuttgart de Alemania, celebró que las cosas no pasaran a mayores, ya que el principal objetivo de la visita es brindar algunas horas de alegría a los aficionados que no pueden seguirlos a todos lados.
"Qué bueno que no pasó nada. Siempre hay que hacer las cosas bien por la seguridad de todos. Ojalá les haya dado gusto poder vernos aquí y se hayan sentido satisfechos.
"La verdad que no hay quejas de ningún tipo. Mañana vamos a luchar con todo para que la gente se vaya tranquila a casa. El afecto del público siempre te motiva", señaló.
Hugo Sánchez, antes del drama, comentó que esta convivencia con la gente es lo que más se disfruta de las giras. "Es algo maravilloso darnos gusto ellos a nosotros y nosotros a ellos. Es la mezcla perfecta para alimentarnos en la autoestima y salir motivados en cada partido.
"Todo esto hay que verlo del lado positivo y optimista. Estoy convencido de que mañana habrá un ambiente maravilloso. También el martes en el estadio Azteca, en donde esperemos que la gente del DF no nos falle y nos apoye con todo", subrayó.
Después del susto llegó la risa y el americanista José Antonio Castro, quien estuvo repartiendo firmas en balones y playeras, se asombró: "Es algo increíble ... Es el entrenamiento y la gente ya está bien metida. Se le pone a uno la piel chinita de que hacen lo que sea por un simple abrazo, por estar cerca".