La mayoría desempeña labores dañinas para su desarrollo físico, mental y emocional
Trabajan más de 200 millones de niños en el mundo, dice la OIT
Las tres cuartas partes de estos menores son víctimas de las peores formas de explotación, señala
Más de 200 millones de niños trabajan en el mundo, y la mayoría realiza tareas que son dañinas para su desarrollo mental, físico y emocional, además de que 70 por ciento de éstos labora en la agricultura, actividad que es considerada uno de los tres sectores más peligrosos, junto con la minería y la construcción, desde el punto de vista de las muertes y lesiones que ocasiona, informó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En vísperas de que se conmemore el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, cuyo tema de este año es el desempeño de los menores en la agricultura, la OIT refiere que, en general, esta práctica "persiste incluso en lugares donde el trabajo infantil ha sido declarado ilegal". Advierte que, "con frecuencia, esta actividad está rodeada por un muro de silencio, indiferencia y apatía", lo cual permite que los menores sean víctimas de mayores abusos laborales que los adultos. No obstante, sostiene que la eliminación total del trabajo infantil es posible, aunque aclara que aún es "un objetivo a largo plazo para muchos países".
Advierte que casi las tres cuartas partes de los niños trabajadores son víctimas de alguna de sus peores formas de explotación, incluyendo tráfico de personas, conflictos armados, esclavitud, explotación sexual y labores peligrosas, y que en razón de ello, la "abolición efectiva del trabajo infantil es uno de los desafíos más urgentes de nuestros tiempos".
Pobreza, sustento del problema
Según la OIT, los dos convenios que contribuyen a acabar con dicho problema: el 182 y el 138, han tenido un ritmo acelerado de ratificaciones por los países miembros del organismo, lo cual da esperanzas de que este fenómeno pueda ir en decremento, pero reconoce que es la pobreza uno de los mayores sustentos de esta clase de trabajo, pues los menores que lo realizan contribuyen al gasto familiar.
El próximo 12 de junio se conmemora la jornada mundial en contra del trabajo infantil, en la que la OIT expondrá que en el caso de los menores que laboran en la agricultura, muchas veces se ven obligados a cubrir horarios prolongados; utilizar instrumentos afilados, fabricados para adultos; cargar un peso excesivo para su cuerpo y operar maquinaria peligrosa.
De igual forma, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) resalta que los menores que realizan labores en el campo también están expuestos a otros peligros, como plaguicidas tóxicos, enfermedades y condiciones de trabajo insalubres; advierte que las muertes y lesiones relacionadas con esta actividad afectan en mayor medida a los menores que a los adultos, debido a que son más vulnerables, por su falta de experiencia o capacitación y porque su cuerpo todavía está desarrollándose.
Precisa que ciertas actividades agrícolas, como la preparación y aplicación de plaguicidas, o el uso de algunos tipos de maquinaria, son tan peligrosas que se debería prohibir totalmente que las realicen niños.
Según estos organismos, no toda la participación de los menores en las actividades de la tierra son perjudiciales para su seguridad y desarrollo, pues en la agricultura de subsistencia y doméstica se ha comprobado que los niños "obtienen conocimientos valiosos y aumenta su autoestima, además de que contribuyen con ingresos para la familia".
La OIT remarca que el trabajo infantil es aquel que es "nocivo para el bienestar de los niños y representa un obstáculo para su educación, desarrollo y medios de subsistencia futuros", y aclara que, por tanto, no todas las formas de labor que realizan los niños se consideran trabajo infantil, de acuerdo con las normas de la OIT. Y es que a partir de los 12 años se permite el trabajo ligero que no interfiere con la escolarización, así como el de menores desde 15 años, que no esté clasificado como peligroso.