Los cambios en la materia favorecerían al país vecino, afirma
El Presidente deplora estancamiento de reforma migratoria estadunidense
Copenhague, 8 de junio. A punto de concluir su segunda gira por Europa, el presidente Felipe Calderón deploró la decisión del Senado de Estados Unidos de limitar el debate sobre la reforma migratoria.
Aunque señaló que no está descartada la modificación que permitiría legalizar a millones de mexicanos residentes en Estados Unidos, aseveró: "evidentemente debemos deplorar que las discusiones en el Senado americano no hayan podido seguir un curso rápido que prevea una aprobación pronta de este tema".
En un mensaje que ofreció en el hotel Marriot a su llegada a la capital danesa, señaló que es de lamentarse que una iniciativa que había alcanzado el consenso bipartidista y con la Casa Blanca, no haya prosperado para el proceso de discusión legislativa.
Un proyecto bipartidista para reformar la política migratoria de Estados Unidos quedó estancado en el Congreso cuando el Senado rehusó limitar el debate sobre la iniciativa, que tenía el apoyo del presidente George W. Bush.
Calderón reiteró que su convicción no es sólo un enfoque integral, corresponsable y de largo aliento, sino uno que permita encontrar soluciones reales y constructivas al fenómeno de los flujos migratorios.
Para minimizar los efectos de este revés legislativo para millones de indocumentados, aseguró que una reforma migratoria no es el único ni el principal interés de México.
Añadió que, en todo caso, los cambios en la materia se encuentran en el mejor interés de Estados Unidos, porque sin una regularización del flujo migratorio es impensable que su economía pueda recuperar los niveles de crecimiento sostenido de otras épocas.
En una pausa de su última escala por Europa, indicó que dicha reforma puede abrir la puerta a la prosperidad en toda América del Norte.
El proyecto de ley que otorgaría estatus legal a millones de indocumentados necesitaba 60 votos para limitar el debate a 30 horas y su rechazo significa que podría tornarse interminable y quedar pospuesto para 2008, ante los imperativos de la campaña presidencial.
Calderón hizo votos por que los consensos alcanzados hasta ahora fructifiquen en las semanas y meses por venir, en una reforma que beneficie a los dos países y garantice los derechos de los mexicanos en Estados Unidos, a la vez que permita pasar a otros temas de beneficio mutuo en la relación bilateral.
No obstante los resultados negativos, aseguró que su gobierno seguirá trabajando para generar condiciones de crecimiento con equidad en México, consciente de que la única solución de largo plazo es la generación de oportunidades para laborar en el país.