Aunque algunos líderes no lo vean, es propositivo, no toca el extremo del enfrentamiento, dice

Rubén Moreira: el PRI representa la verdadera izquierda en Coahuila

Dirigirá desde hoy el partido en el estado; "mi hermano es gobernador, pero yo hice la tarea", dice

LEOPOLDO RAMOS, MIREYA CUELLAR

Saltillo, Coah., 8 de junio. Rubén Moreira es uno de los hermanos mayores del gobernador del estado y su mejor publicista. Abogado de profesión, ex funcionario público y a partir de hoy sábado dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Defensor de Fidel Castro, señala que al PRI no le queda otra opción que asumir lo que es: "un partido de izquierda, que no lo quieran ver así algunos de sus dirigentes es otra cosa... nosotros, en Coahuila representamos a la izquierda. A la verdadera, a la propositiva, porque no tocamos el extremo del enfrentamiento".

-¿Cómo procesa esto de que el hermano del gobernador se convertirá en dirigente estatal del PRI?

-Tengo cinco meses haciendo campaña. Visité los 38 comités municipales, me reuní con todos los alcaldes, los diputados, hablé con los sectores, hice la tarea... pero además tengo una carrera política; fui dos veces subsecretario de gobierno antes de que Humberto Moreira Valdés fuera gobernador; había estado en el comité municipal del PRI, fui representante del partido ante el órgano electoral local, coordinador de tres campaña políticas (entre ellas la de Humberto, durante la campaña por la gubernatura).

"Hubo consenso para que fuera el dirigente porque lo busqué. Mi hermano es gobernador pero yo hice la tarea... Humberto no fue a sacarme de la casa para llevarme a dirigir el PRI. Somos una familia acostumbrada a la participación política. Mi hermano Carlos es el secretario general de la sección 5 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Mi compañera de fórmula y yo -la diputada Julieta López Fuentes- tenemos un reto enfrente: la elección del próximo año, y no crean que será un paseo por La Alameda.

-Se les escucha a usted y al gobernador un discurso que ya no es frecuente en el PRI.

-Al principio a la gente del PRI en Coahuila no le gustaba que dijéramos que el PRI era de izquierda. Pero cuando uno empieza a explicar qué se entiende por izquierda, lo entienden muy bien. La izquierda no es una ideología, es una actitud. Y más cuando con ejemplos concretos uno explica la diferencia entre nosotros y nuestros adversarios. Cuando le explicamos a la gente el por qué de la relación con Cuba y la importancia de la solidaridad entre los pueblos, lo entienden.

-Hay sectores a los que la relación del gobierno de Coahuila con Cuba les genera escozor. ¿Les preocupa esa crítica?

-El elector del PRI no ve problema alguno en la relación con Cuba. Es al PAN a quien le molesta, pero Humberto derrotó por dos votos a uno al ahora diputado federal Jorge Zermeño, quien fue candidato del PAN en la elección anterior para gobernador. Y se oponen por ignorancia y prejuicios, no se dan cuenta que cada vez más economías y gobiernos, incluidos varios estados de la Unión Americana, están comerciando, platicando con Cuba.

"A este gobierno (al de Coahuila) lo que le interesa es que los satisfactores lleguen a la gente, que no se impongan los prejuicios y se ofrezca a las parejas gay una opción jurídica. Aquí un diputado del PRD votó en contra del Pacto Civil de Solidaridad (después vino algo parecido en el Distrito Federal con las sociedades de convivencia) y se tuvo que hacer un cabildeo importante con los partidos que se dicen de izquierda para que apoyaran los derechos de una minoría. Por eso decimos que en Coahuila el PRI representa a la izquierda.

"Nosotros -siempre habla en plural, apuntalando la política del gobernador- no sólo tenemos una buena relación con Cuba, estamos orgullosos de ella y la publicitamos. Un funcionario cubano nos dijo: nosotros tenemos muchos amigos en México pero pocos que se sientan orgullosos y además lo digan. Los cubanos donaron a los coahuilenses equipo médico por casi 40 millones de pesos para que la operación milagro (de cataratas) se haga aquí y la gente ya no tenga que volar hasta la isla para recuperar la vista."

-Habla de los programas del gobierno del estado como de algo propio.

-Pues porque hasta hace poco era funcionario del gobierno, subsecretario de Planeación Educativa. Pero a nadie tiene por qué extrañarle, les quiero decir que habrá una sana cercanía con el gobierno y ¡no vamos a caer en malabarismos políticos! ¿Cómo es posible que Ana Rosa Payán salga del PAN, esté unas horas en el PRD, termine en el PT, y cuando le preguntan 'qué opina del aborto', ella diga que está en contra? No hay por qué hacer malabares. En todo el país hay familias, incluida la de Felipe Calderón, donde más de uno de sus miembros está en la política y eso no es problema.

-El gobernador y usted son priístas, pero a la vez amigos de Elba Esther Gordillo ¿Cómo concilian esa relación?

-Mi hermano es secretario general de la sección 5 por segunda ocasión; lo fue antes de que Humberto fuera gobernador y ha tenido una lucha muy fuerte dentro del sindicato. El propio Humberto fue expulsado del SNTE en 1989 porque participaba en un movimiento, y años después reingresó. Mis bisabuelos, abuelos, padres y hermanos son maestros. Todos fuimos a la normal, incluido yo, antes de estudiar cualquier otra carrera. Mi mamá tiene 50 años trabajando de maestra... somos una familia producto de la educación pública. Eso explica nuestra relación tan fuerte con el SNTE. A Beto cuando lo expulsaron del SNTE se fue al Distrito Federal, a la Secretaría de Educación Pública y ahí trabajó con Gilberto Guevara Niebla (fue su secretario particular)

-¿ Y Elba?

-Hay una muy buena amistad con la maestra Elba Esther y las amistades no se niegan, además de que, obviamente hay una relación, una alianza con el magisterio.