La iniciativa fue presentada por perredistas y socialdemócratas
Buscan diputados legalizar la prostitución en el DF
Sería la primera entidad en contar con un marco para esta actividad
Las fracciones perredista y socialdemócrata de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) presentaron ayer una iniciativa de ley para legalizar la prostitución o sexoservicio en esta ciudad, que de concretarse sería la primera entidad en el país en contar con un marco legal de este tipo.
Al detallar el contenido de ese proyecto, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la ALDF, Juan Bustos Pascual, expresó que de entrada se derogaría la fracción séptima del artículo 24 de la Ley del Cultura Cívica del DF, en donde se establece como infracción a la norma el ejercer, promover o solicitar el servicio de prostitución.
A la par, se crearía la Ley de Protección al Sexoservicio para el Distrito Federal, con el objetivo de "reconocer la dignidad de las y los sexoservidores; garantizar el ejercicio de sus derechos; regular el ofrecimiento y ejercicio de ese servicio; establecer las bases para una cultura de respeto y no violencia hacia quienes se dedican a esa práctica, y normar las políticas, medidas, acciones y programas gubernamentales que contribuyan al desarrollo integral de estas personas".
En conferencia de prensa, en la que estuvo con el coordinador de la coalición, Jorge Carlos Díaz Cuervo, Bustos dijo que esa iniciativa faculta a la Secretaría de Gobierno de esta ciudad y a las autoridades delegacionales a establecer las zonas de tolerancia y los horarios en los cuales se ofrecerá el sexoservicio; quienes se salgan de esos límites serán remitidos por estas mismas autoridades ante el juez cívico, quien podría imponerles multas de 10 a 20 días de salario mínimo o arresto de 12 a 36 horas.
El documento en mención establece en su artículo 12 que los y las sexoservidoras serán sujetas de programas de asistencia social, que garantice la protección integral de su persona y que les auxilien a recuperar su salud y equilibrio personal, en caso de daño físico o mental.
También tendrán derecho de formar parte de los programas sociales que en materia de salud, vivienda, trabajo, microcréditos u otros rubros, tiene en vigencia el gobierno capitalino; aunado a ello tendrán acceso a los esquemas gubernamentales de orientación y capacitación para el empleo, así como de búsqueda de vacantes, para su inserción en el mercado laboral formal.
Inclusive, se detalla que podrán "recibir protección de las autoridades para salvaguardar su integridad cuando consideren que puedan ser objeto de represalias por presentar denuncias o querellas por lenocinios u otros delitos".
De hecho, en la fracción décima primera de este artículo se detalla que las personas se dedican a la prostitución no estarán obligadas a entregar retribución económica alguna a particulares o servidores públicos, entre ellos los que realizan funciones de policía, vigilancia o verificación, mientras que Gobierno y las delegaciones velarán porque esta gente no sufra explotación o abusos.
Esta iniciativa se suma a la que en esta materia presentó también la bancada del PRI, pero va más allá al proponer en su artículo quinto que "el sexoservicio en el Distrito Federal es lícito", es decir, se legaliza en toda su extensión y se incluye un segundo párrafo que detalla que "el gobierno reconoce la dignidad de las y los sexoservidores y que el trabajo sexual es tan digno y respetable como cualquier otra actividad lícita".
En el capítulo relativo a los derechos y obligaciones, la iniciativa de Juan Bustos Pascual indica que los y las sexoservidoras estarán en su derecho de "exigir a los usuarios que no se conduzcan con agresividad, que no se encuentren bajo el efecto del alcohol o drogas, y que no porten armas".
Detalla, además, que la edad mínima para que se dediquen a esta labor será de 18 años, y en el caso de las mujeres "no ejercerán sus servicios en las seis semanas previas y posteriores a su alumbramiento".
Al comentar este asunto, Juan Bustos y Jorge Carlos Díaz comentaron que con esa iniciativa se continúa por el camino de la progresividad de los derechos humanos en la ciudad y se combate la "hipocresía social", además de que beneficiará a cerca de 40 mil personas que, se calcula, se dedican al sexoservicio en esta ciudad.