El juvenil ascendió al puesto 54 tras llegar a cuartos en Francia

El tenista César Ramírez quiere representar a México

Es pupilo en la escuela de los Sánchez Casal, en Barcelona

ABRIL DEL RIO

El mexicano César Ramírez, colocado en el puesto 54 de la clasificación mundial juvenil, luego de que la semana pasada llegó a cuartos de final en el Abierto de Francia, aseguró tener deseos y disposición de representar a su país en la Copa Davis o en los Juegos Panamericanos, pero dependerá de la certeza de su alineación, pues debe concentrarse en su camino en el circuito de tenis.

"Fue un gran torneo para ser el primero (en Francia). Aunque quedé eliminado en Roland Garros, creo que fue un buen resultado y, sobre todo, que llevo buen ritmo", señaló el veracruzano vía telefónica desde su base de entrenamiento en Barcelona.

Pupilo en la academia de Sergio y Emilio Sánchez Casal desde hace un año, el Tiburón Ramírez se mostró satisfecho, no sólo por los 40 puestos que ascendió en el ranking mundial después del torneo parisino, sino por la evolución que ha logrado este año, el último como juvenil de 17 años.

Comentó que fue en Bélgica, una semana previa al Roland Garros, donde empezó a experimentar un buen rendimiento en juego sobre arcilla, pues aunque se considera más eficaz en canchas duras, la preparación le alcanzó para llegar a semifinales, lo que le mereció un extempt card hacia el Abierto francés.

No obstante, durante esa semifinal del belga Astrid Bowl Charleroi, considerado uno de los tres mejores torneos sobre arcilla, se presentó el infortunio, con una torcedura del tobillo derecho, con la que llegó a París, donde avanzó tres rondas y perdió en cuartos frente al máximo favorito, el italiano Matteo Trevisan,

"No fue la lesión por lo que perdí. En realidad las molestias me habían afectado más en los primeros partidos, sobre todo por la inseguridad de la recuperación, pero de cualquier forma creo que fue un buen juego", anotó.

Rumbo a Wimbledon, a realizarse del 25 de junio al 8 de julio, Ramírez ingresará de manera directa al cuadro juvenil, por lo que ha decidido concentrarse en ese tercero del Grand Slam 2007, y para ello jugará al menos dos torneos previos sobre hierba en territorio británico.

"Acá (en Barcelona) no tenemos pasto natural, pero estamos trabajando muy duro en cancha artificial", comentó.

Sobre la posibilidad de unirse a alguno de los equipos que se preparan para la Copa Davis ante Venezuela -del 18 al 21 de julio-, o los Panamericanos una semana después, el Tiburón deja toda decisión a su padre, César Ramírez, quien dirige su carrera.

"Siempre será algo muy grande jugar por México en una Copa Davis o en toda competencia oficial, pero también debo ver por mi carrera y por el momento tienen prioridad los torneos del circuito, así que si no tengo la certeza de que jugaré, mejor no voy".

La estadía acordada en la academia Sánchez Casal terminará en agosto y aún no se define su destino, pero el tenista subrayó que se debe a los resultados, hacia su compromiso personal y al que tiene con su patrocinador, el empresario José Luis Mugrusa.

Ramírez se mostró confiado, o al menos deseoso, de que el tenis mexicano retomará el rumbo.

"Es muy difícil, el nivel es muy fuerte y creo que a los mexicanos nos ha faltado mejores bases, pero ahora hay una generación de jóvenes que nos estamos preparando bien y esperamos hacer cosas importantes muy pronto", concluyó.