Usted está aquí: lunes 18 de junio de 2007 Política Falsificadas, más de 72 por ciento de las actas de escrutinio del 2 de julio

Calderón, Fox, Sahagún y Abascal decidieron robarse la elección, asegura Socorro Díaz

Falsificadas, más de 72 por ciento de las actas de escrutinio del 2 de julio

Reprochan a AMLO no haber negociado, pero pactar era transar, señala en su nuevo libro

ALMA E. MUÑOZ

Ampliar la imagen A finales de este mes se darán a conocer testimonios del "fraude" electoral A finales de este mes se darán a conocer testimonios del "fraude" electoral Foto: José Carlo González

Un equipo de especialistas de la extinta Coalición por el Bien de Todos concluyó que "más de 72 por ciento de las actas de escrutinio de las elecciones del 2 de julio de 2006 habían sido falsificadas con el propósito de sacar del cómputo alrededor de millón y medio de votos en favor de Andrés Manuel López Obrador", refiere Socorro Díaz Palacios en su libro Reporte 2006, el desquite.

En la obra, que este lunes será presentada, una de las colaboradoras más cercanas del ex candidato presidencial sentencia: "le reprochan (a López Obrador) no haber negociado, no haberle dado confianza a (el ex presidente Vicente) Fox, no haber establecido acuerdos con los empresarios, en particular con los dirigentes del Consejo Coordinador Empresarial y los integrantes del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (...) pactar era sinónimo de transar y allí radicaba la celada".

Antes, durante y después de la elección de julio pasado, los poderes fácticos y los titulares de los poderes formales, institucionales, actuaron "con la decisión de cerrar el camino al candidato de la izquierda y de escamotear el triunfo electoral al personaje que la gente quiso como presidente".

Revela que el día de los comicios presidenciales, poco antes de las 15 horas, "recibió una llamada de un informante de la Secretaría de Gobernación, quien le dijo que el entonces secretario, Carlos María Abascal Carranza, había citado a los dueños de las estaciones de radio y televisión en las oficinas de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión" para pedirles "cobertura para el robo electoral que estaban fraguando desde el gobierno".

Agrega: "ni las casas encuestadoras darían resultados esa noche ni el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) anunciarían ganador a las 23 horas, como se había prometido con bombos y platillos durante semanas antes. El silencio fue acordado con Luis Carlos Ugalde", titular del IFE.

Díaz Palacios sentencia -según avance proporcionado por Tinta Editorial-: "ante un resultado cerrado en favor del candidato de la oposición, el gobierno panista, encabezado por el candidato (Felipe Calderón Hinojosa), la pareja presidencial y el secretario de Gobernación decidieron robarse la elección".

Asume que desde la coalición "no habíamos logrado hacer que en la opinión pública permeara la certeza de que por ignorancia o mala fe sí había una grave distorsión de los resultados electorales, y que con resultados tan cerrados, menos de 250 mil votos de diferencia entre el candidato de la derecha y el nuestro, estas equivocaciones (entre comillas) derivaban en un fraude electoral".

Socorro Díaz también señala en su libro que la discusión sobre si López Obrador debería tomar posesión como presidente legítimo se dio en su entorno más cercano. "Sé -reconstruye algunos argumentos del ex candidato- que seré objeto de burlas, de escarnio público (...), pero quiero hacerlo, porque es una manera de no defraudar a la gente. Es una manera de que la gente no se sienta traicionada.

"Ustedes, los dirigentes partidistas -continúa-, quédense con la política; hagan toda la política al uso corriente que quieran; defiendan las prerrogativas partidistas y hablen con quienes tengan que hablar. Nada más no se dejen tocar la pierna. Pero déjenme a mí el último reducto de dignidad: la posibilidad de no reconocer yo, ni los leales que me sigan en la idea del gabinete legítimo, la forzada legitimidad de un usurpador que se robó la elección del 2 de julio de 2006".

También sostiene que si bien en las elecciones pasadas la izquierda mexicana alrededor de la coalición logró que le reconocieran por primera vez un 36.11 por ciento de la votación nacional y la bancada más numerosa de su historia electoral en el Congreso de la Unión, "también es cierto que no tuvo la capacidad suficiente para defender su triunfo y que su bancada no representa hoy la primera fuerza".

Por otra parte, Rafael Hernández Estrada, de la comisión organizadora de la Convención Nacional Democrática, al participar en un acto de resistencia civil de la organización Flor y Canto, recordó que el 29 y 30 de este mes se darán a conocer testimonios del fraude electoral, antes de la gran asamblea informativa que al respecto encabezará López Obrador en el Zócalo capitalino el domingo primero de julio, al término de una movilización desde el Angel de la Independencia.

 
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