Olmert niega represalia contra la región de Chebaa
Disparan desde Líbano dos cohetes katiusha contra Israel
Beirut, 17 de junio. Dos cohetes disparados desde Líbano impactaron hoy en la ciudad de Kyriat Shmona, en el norte de Israel, sin causar víctimas. La guerrilla libanesa Hezbollah negó haber lanzado los misiles, algo que confirmaron las autoridades israelíes. Aunque las fuerzas de seguridad libanesas afirmaron que el ejército israelí respondió con un ataque de artillería, éste desmintió haber lanzado obús alguno contra Líbano.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina, una de las milicias que operan en el sur del país del cedro, negó también haber lanzado los dos misiles katiusha, un arma muy utilizada en los ataques de los grupos palestinos contra Israel.
En visita oficial en Estados Unidos, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, despejó los temores sobre una posible respuesta militar. "Líbano ha estado muy tranquilo en los últimos meses y afortunadamente continuará así", declaró. Un funcionario de su comitiva afirmó que las primeras sospechas apuntan a algún grupo palestino en Líbano que busca provocar al ejército israelí, pero sostuvo que "Israel no será arrastrado" a una nueva confrontación.
Los servicios de seguridad libaneses, sin embargo, informaron que Israel respondió al ataque lanzando cinco proyectiles contra la región de Chebaa, en el sur de Líbano. El ejército israelí desmintió el reporte, y explicó que se trataba de "ejercicios de fogueo" realizados en el territorio israelí "para ajustar las piezas de artillería".
La ministra de Relaciones Exteriores israelí, Tzipi Livni, pidió a la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano que "ponga en marcha su mandato para impedir" este tipo de ataques.
El primer ministro libanés, Fuad Siniora, por su parte, condenó el ataque contra Israel y aseguró que "los servicios de seguridad del Estado no escatimarán esfuerzos para hallar a quienes cometieron este acto destinado a desestabilizar" el país, de por sí agitado por el asesinato, la semana pasada, del diputado antirisio Walid Eido.
Además de la tensión provocada por el asesinato de Eido, Líbano está al pendiente de los enfrentamientos que todavía se registran en el campo de refugiados palestinos de Nahr al Bared, en el norte del país, entre el ejército libanés y la milicia integrista islámica palestina Al Fatah Al Islam. Los combates en esta zona han provocado la muerte de al menos 150 personas.