Organización rural e indígena plantea proyecto de apoyo a pequeños productores
Sin sentido, arriesgar con transgénicos razas mexicanas de maíz: campesinos
Ampliar la imagen Presentación de video de Greenpeace en el que se muestra maíz transgénico, en imagen de archivo Foto: Francisco Olvera
La organización Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC) se pronunció contra el inicio de la siembra experimental de maíz transgénico y se sumó a la defensa de las razas del grano mexicano; en esto "hay unidad del movimiento" de trabajadores del agro, aseveró Isidro Pedraza Chávez, dirigente de la agrupación.
Hay quienes están en favor de la siembra de maíz transgénico como el coordinador del Congreso Agrario Permanente, Gerardo Sánchez, y algunos integrantes de la Confederación Nacional Campesina, pero agrupaciones como el Consejo Nacional de Organizaciones Rurales y Pesqueras -en la que está UFIC- y el Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas están en contra, porque "no hay ningún sentido de poner en riesgo a las razas y variedades del maíz", agregó.
Al presentar su propuesta de programa de apoyo para los productores de maíz con menos de cinco hectáreas, Pedraza Chávez comentó que aunque "llega tarde", es posible lograr que el cultivo de este grano, junto con el de frijol, tengan el respaldo permanente del gobierno y no estén sujetos a los vaivenes de la administración pública; de lo contrario, 80 por ciento de los 17 millones de labriegos que destinan sus tierras a dichas semillas "estará en riesgo de desaparecer".
Aceptó que hay varios puntos de coincidencia con el Fondo Nacional Mutualista de Productores de Maíz y Frijol (Fonamu) del gobierno federal, pero la diferencia es que la propuesta de la UFIC está dirigida fundamentalmente a productores que tienen entre una y cinco hectáreas, mientras el plan oficial se enfoca más a los productores con más de 10 hectáreas.
La propuesta de la UFIC será presentada por Pedraza Chávez en la Cámara
de Diputados. "No descarto el apoyo de varios integrantes de las bancadas priísta y panista; varios de ellos están interesados en el desarrollo de los pequeños productores", abundó el legislador perredista.
Explicó que se pretende lograr un respaldo de mil pesos por hectárea para cada productor, un apoyo hasta de 5 mil pesos para gastos inherentes a la constitución de organizaciones económicas y 7 mil por hectárea en caso de que los campesinos presenten un proyecto en el que se considere como aportación la mano de obra de éstos y cambios tecnológicos para mejorar la producción.
Con lo anterior, la productividad por hectárea pasaría de 2.5 a 3.5 toneladas en términos reales en los próximos cinco años y se lograrían obtener 30 millones de toneladas de maíz; es la respuesta a la urgencia de tener un programa para ambos cultivos y revertir la tendencia de expulsión de la población rural y la pérdida de la suficiencia alimentaria, añadió.
México, abundó el legislador y dirigente de la UFIC, debe disminuir su dependencia de importaciones de maíz, sobre todo ante la perspectiva de menor disponibilidad del grano en el ámbito mundial y los requerimientos del cereal para uso industrial, principalmente por la decisión de Estados Unidos de producir etanol del maíz.
Advirtió que la mayor demanda del grano, una disminución en el volumen de oferta y el incremento en cerca de 60 por ciento en los insumos para la siembra repercutirá en el alza en los precios de los productos pecuarios y sus derivados.
Por ello, subrayó, es necesario incrementar la producción en al menos 3 millones de toneladas, lo que representa un incremento de 15 por ciento en relación con el promedio 2002-2006, hasta llegar a 8 millones de toneladas en cinco años.