En gira por Michoacán, ensalza su reforma fiscal
Llama Calderón a saldar la deuda con los pobres
La iniciativa busca fortalecer las finanzas públicas, dice
Ampliar la imagen El presidente Felipe Calderón, acompañado por el gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, entregó apoyos en efectivo a adultos mayores en Morelia Foto: La Jornada Michoacán
Morelia, Mich., 19 de junio. Horas antes de presentar su iniciativa de reforma fiscal al Congreso de la Unión, el presidente Felipe Calderón trató de convencer de las bondades de ésta al decir que los mexicanos no pueden "ni deben hacer oídos sordos a los clamores" de los pobres, e hizo un llamado a la unidad a los partidos políticos.
Animado por encontrarse en su tierra natal y en compañía, durante toda la gira, de sus hermanos Luis Gabriel, María del Carmen y Juan Luis (que viajaron con él en el helicóptero presidencial), el mandatario abogó por el proyecto que el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, entregará mañana a las ocho de la mañana en la Cámara de Senadores.
Tanto en Morelia como en Puruándiro, Calderón aseguró que su iniciativa es para "fortalecer" las finanzas públicas y combatir la pobreza extrema que padecen millones de mexicanos.
Como parte de su campaña para justificar las modificaciones que propone en materia fiscal, señaló que enfrenta "enormes restricciones presupuestales", pero espera poder ampliar pronto los fondos para beneficio de los marginados.
En la víspera de que Carstens entregue la iniciativa a los legisladores, Calderón no perdió oportunidad para alabar su propuesta de reforma, sin ofrecer mayores detalles. Reiteró el discurso de días recientes de que llegó el momento de saldar la deuda con los pobres, y advirtió que si no se toman decisiones "contundentes" que reviertan las condiciones de miseria, ésta se agravará.
A diferencia de días pasados, cuando pidió mayores contribuciones de los que más tienen, hoy afirmó que todos los mexicanos deben hacer un "enorme esfuerzo", en la medida de sus capacidades y su condición social y económica, para contribuir con el gasto público para poder financiar las obras que se necesitan.
Al inaugurar un hospital en Puruándiro convocó a gobiernos, legisladores y sociedad a trabajar unidos, y puso como ejemplo su relación con el gobernador perredista Lázaro Cárdenas Batel, que ha estado por encima de cualquier diferencia partidista.
En esta entidad golpeada por el narcotráfico -donde militares resguardaron la seguridad del Presidente hasta en medio de los sembradíos de Puruándiro-, reconoció que la libertad de expresión está amenazada por poderes como el de la delincuencia organizada. Prometió garantizar las libertades de la prensa y que en su gobierno no hay ni habrá espacio para la censura.
Además de la reforma fiscal, la visita del Presidente estuvo salpicada de temas electorales y evocaciones familiares. En Morelia, Calderón encabezó un desayuno por el 59 aniversario del La Voz de Michoacán, que sirvió de pasarela para los precandidatos a la gubernatura. Se podía ver al perredista Enrique Bautista, a los panistas Salvador López y Benigno Quezada, así como a los priístas Fausto Vallejo y Jesús Reyna.
En medio de esta efervescencia política, tanto el gobernador de Michoacán como Calderón debieron comprometerse a que no condicionarán la entrega de beneficios con miras a la elección de noviembre, en la que se elegirá también a diputados y presidentes municipales.
Primero, Cárdenas Batel se enorgulleció de que están "desterradas" las prácticas del pasado, a lo que el jefe del Ejecutivo respondió que los fondos se entregan sin importar la militancia partidista, ni "si son azules, rojos, amarillos o morados".
Otro ingrediente de la visita fue la presencia de los hermanos del mandatario en los tres actos de la gira; dos en Morelia y el último en Puruándiro, donde se despidieron.
Calderón estaba contento porque de principio a fin lo acompañaron sus familiares. En La Voz de Michoacán recordó que su padre, Luis Calderón Vega, fue colaborador del diario hasta sus últimos días, y en Puruándiro resaltó que su madre, Carmen Hinojosa, era originaria de ese municipio.
Así, con el ánimo que le dio su estancia en Michoacán, el Presidente comenzó a pugnar por su proyecto de reforma fiscal.