Los mandos extranjeros en Afganistán buscan ocultar su debilidad, dice
Rechaza Irán acusaciones de que suministra armas a los talibanes
Teherán, 21 de junio. Irán negó hoy las acusaciones de Estados Unidos, Gran Bretaña y Afganistán de que suministra armas a la milicia de los talibanes, indicó el viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Mehdi Safari, quien destacó que dichas imputaciones carecen de fundamento.
Safari manifestó que "el papel que desempeña Irán en la reconstrucción de Afganistán es reconocido tanto por los socios como por los enemigos (de Teherán)", y recordó el ataque talibán al consulado iraní en Mazar-e-Sharif, norte afgano, que en agosto de 1998 mató a nueve diplomáticos iraníes lo que, dijo, muestra la hostilidad de la milicia en su contra.
Estados Unidos y Gran Bretaña aseguran que en Afganistán se encontraron armas procedentes de Irán y destinadas a los talibán, mientras que la policía afgana informó a principios de semana que más de 20 combatientes cruzaron la frontera desde territorio iraní y se dirigieron al distrito de Sirkoch, escenario desde hace varios meses de combate entre la insurgencia y las tropas lideradas por Washington.
"Las acusaciones de las fuerzas extranjeras constituyen un esfuerzo por ocultar su debilidad en la lucha efectiva contra el terrorismo", dijo Safari.
Mientras, el comandante de las fuerzas estadunidenses en Irak, David Petraeus, responsabilizó del secuestro de cinco británicos en Bagdad, el 29 de mayo, a una célula secreta del Ejército del Mehdi, una milicia leal al clérigo radical chiíta Moqtada Sadr.
En entrevista al diario London Times, Petraeus dijo que dicha célula es apoyada por Irán, y que los secuestrados podrían estar vivos.
Aunque el presidente afgano, Hamid Karzai, aseguró hoy a la BBC que los talibanes no constituyen amenaza en el largo plazo para la seguridad de su país, la milicia aseguró que está recuperada y que ahora centrarán su lucha en Kabul.
Hoy, un soldado de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) murió y cuatro resultaron heridos al estallar una mina en el este de Afganistán, mientras que siete militantes fallecieron en la misma región.