Esta pelea es mi regreso a los grandes combates, indicó el mexicano
José Luis Castillo enfrentará al inglés Ricky Hatton en pesos superligeros
Las Vegas, 22 de junio. El púgil mexicano dos veces campeón del mundo, José Luis Castillo, enfrentará este sábado una crucial pelea ante el inglés Ricky Hatton en combate de los pesos superligeros.
El ganador podría tener una oportunidad titular en fecha próxima contra cualquiera de los otros monarcas de las tres organizaciones principales, Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Asociación Mundial (AMB) y Federación Internacional (FIB).
A sus 34 años y con foja de 55-7-1, con 47 nocauts, Castillo sabe que está en un momento decisivo.
"Esta es una pelea muy importante, pues representa mi regreso a las peleas grandes. Es sólo el inicio de una nueva etapa en mi carrera y sé que una victoria me podrá nuevamente en la elite del boxeo mundial", dijo.
La carrera del Temible Castillo, ex sparring de Julio César Chávez, entró en baja luego de no dar el peso en dos ocasiones para un combate de ligeros contra el desaparecido Diego Chico Corrales, en junio de 2006 en Las Vegas.
La Comisión Atlética de Nevada (CAN) suspendió el pleito y multó a Castillo con 250 mil dólares, cantidad que no ha saldado. "Le debe a la comisión 100 mil dólares, pero ya se llegó a un arreglo", dijo Seit Kizer, secretario de la CAN, que permitió al mexicano liquidar el resto en cuanto cobre la bolsa de 500 mil dólares que recibirá por esta pelea.
El Temible, considerado en algún momento el mejor peso ligero del planeta y que sostuvo dos pleitos memorables con Corrales, reconoció la calidad del rival.
"Hatton es fuerte, con un gran corazón y por eso la pelea es difícil, pero también sé que hice una gran preparación, tengo la fuerza y el talento para ganar este combate", recalcó Castillo luego de un entrenamiento en Las Vegas.
El inglés saltó a la fama luego de su electrizante nocaut al rusoaustraliano Kostya Tzsyu, a quien prácticamente mandó al retiro tras arrebatarle la faja de las 140 libras de la FIB.
Hatton (42-0, 32 nocauts), quien renunció al título superligero de la FIB con tal de medirse a Castillo, saldrá al ring como favorito, pero deberá cuidarse de la tremenda zurda del mexicano.